
25 de noviembre de 2020. Una fecha que los amantes del fútbol nunca olvidarán. Y es que Diego Armando Maradona, a los 60 años de edad, se marchaba de este mundo para sorpresa de su entorno y dejaba un gran dolor en todos los aficionados al balompié.
A tener en cuenta
Casi un mes después de este fatídico día, se dieron a conocer los resultados de las pruebas periciales complementarias, en las que se analizaron exhaustivamente -y con todo tipo de detalles- la orina, la sangre, muestras de secreciones nasales y organismos y tejidos.
El resultado de estos análisis practicados por la Policía Científica, como era de esperar, determinó que en el organismo del brillante jugador argentino no había restos de alcohol ni drogas ilegales cuando falleció, pero sí restos de psicofármacos. Eso sí, no recibió ningún tratamiento para su cardiopatía.
En profundidad
De acuerdo a la información proporcionada por la agencia 'Télam', esos psicofármacos eran:
- La venlafaxina, un antidepresivo.
- La quetiapina, un antipsicótico empleado en el tratamiento de desórdenes bipolares.
- El levetiracetam, empleado en convulsiones.
- La naltrexona, utilizado en tratamientos por abstinencia de sustancias.
- También se halló metoclopramida, empleado para aliviar nauseas y vómitos, así como ranitidina.
Más detalles
Entre otras cosas, la autopsia determinó que el atacante murió como consecuencia de un "edema agudo de pulmón secundario a una insuficiencia cardíaca crónica reagudizada" y descubrieron en su corazón una "miocardiopatía dilatada" y "áreas de isquemia miocárdica"; en el hígado, un "probable cuadro cirrótico"; en los pulmones, "rotura de septos alveolares" y un "foco con edema intraalveolar"; y en el riñón, una "necrosis tubular aguda".
Según los médicos forenses, el corazón de Maradona fue extraído en forma completa y padecía de una "miocardiopatía dilatada" y pesaba 503 gramos, el doble que uno normal.