
El síndrome de Prader-Willi es un trastorno genético, pero no hereditario, producido por la inactivación o pérdida de los genes paternos del cromosoma 15. Por desgracia, afecta por igual tanto a niños como niñas. Su incidencia es de uno cada 25.000 nacimientos
Una característica importante de esta enfermedad rara es la sensación constante de hambre que suele comenzar a los dos años de edad, aproximadamente. Al sentirse insatisfechos, quieren comer de manera constante y suelen tener problemas para controlar el peso.
Causas
De hecho, muchas de las complicaciones del síndrome de Prader-Willi se deben a la obesidad. Por lo general, este síndrome puede ocurrir de varias maneras:
- Los genes del padre faltan en el cromosoma 15.
- Existen variantes con los genes del padre en el cromosoma 15.
- Hay dos copias del cromosoma 15 de la madre y ninguna del padre.
Síntomas
Aunque los signos del síndrome de Prader-Willi pueden verse al nacer, hay otros síntomas que pueden incluir ojos en forma de almendra, retraso en el desarrollo de las funciones musculares y motoras, cabeza estrecha en las sienes, aumento rápido de peso...
Recomendaciones
Cabe destacar que la reducción de las calorías controlará la obesidad. Por ello, es conveniente ser consciente del ambiente de su hijo para evitar el acceso a la comida. El ejercicio físico puede ser muy útil para un niño con este síndrome y así ganar músculo.
Por si fuera poco, la salud mental y la terapia del comportamiento son vitales. Esto puede ayudar con problemas comunes como rasgarse la piel y los comportamientos compulsivos. En ocasiones, se necesita medicación para tratar las afecciones de salud mental.