Salud Bienestar

El beneficio nunca antes visto del sueño, según un estudio

Una persona descansa en su cama | Fuente: UnSplash.

Un grupo de científicos del Hospital Mount Sinai de Nueva York, uno de los centros más relevantes en investigación y cirugía cardíaca y vascular, ha revelado la manera en que cerebro y corazón se comunican entre sí a través del sistema inmunitario para favorecer el sueño y la recuperación después de un episodio cardiovascular grave.

Sí, como un infarto. Las conclusiones, publicadas en la revista Nature, destacan la importancia de incrementar el sueño tras un infarto de miocardio y plantean que dormir suficientemente debería ser uno de los puntos vitales del tratamiento clínico y los cuidados tras un hecho de tales dimensiones.

Incluso en las unidades de cuidados intensivos (UCI), donde el sueño se interrumpe con frecuencia, junto con la rehabilitación cardiaca. Aunque ha generado cierta polémica en las redes sociales, la investigación no ha dejado lugar a posibles interpretaciones.

En profundidad

En concreto, los investigadores usaron primero modelos de ratón para descubrir este fenómeno: indujeron infartos en la mitad de los animales y llevaron a cabo análisis celulares y de imágenes de alta resolución.

Además, usaron dispositivos electroencefalográficos inalámbricos implantables para registrar señales eléctricas de sus cerebros y analizar los patrones de sueño. Después del infarto, apreciaron a la perfección que se triplicaba el sueño de ondas lentas.

Cuando los expertos estudiaron los cerebros de los ratones con infarto, descubrieron que unas células inmunitarias conocidas como "monocitos" eran reclutadas de la sangre al cerebro y utilizaban la proteína TNF para activar las neuronas en una zona del cerebro llamada tálamo, lo cual provocaba el aumento del sueño.

Según han detallado los investigadores, esto ocurrió en las horas siguientes al evento cardíaco y nada de esto sucedió en los ratones que no sufrieron infartos.

Más detalles

A continuación, estos usaron métodos sofisticados para manipular la señalización neuronal del TNF en el tálamo y descubrieron que el cerebro dormido utiliza el sistema nervioso para enviar señales al corazón con el fin de reducir el estrés cardíaco, promover la curación y disminuir la inflamación cardíaca tras un infarto y por tanto mejorar la recuperación.

Para identificar mejor la función del aumento del sueño tras un infarto, los investigadores también interrumpieron el sueño de algunos de los ratones. De esta manera, comprobaron que los ratones con sueño interrumpido tras un infarto presentaron un aumento de las respuestas de estrés simpático del corazón y de la inflamación.

Esto provocó una recuperación y curación más lentas en comparación con los ratones con sueño sin interrupciones. El equipo de investigación del Hospital Mount Sinai también ejecutó varios estudios en humanos.

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