
Desde el pasado mes de septiembre, el Ministerio de Salud de Ruanda ha confirmado 29 casos de enfermedad por el virus de Marburgo, de los cuáles 11 acabaron en fallecimiento. De hecho, se cree que su mortalidad puede alcanzar el 88%, con el agravante añadido de que, por el momento, no existen ni tratamientos ni vacunas para combatirlo.
Según explican desde el Science Media Center España (SMC España), el virus de Marburgo pertenece a la familia de los filovuris, al igual que el virus del ébola. Así, ambos virus guardan algunas similitudes, aunque también les separan grandes diferencias.
Mientras que los brotes y las epidemias de ébola han costado la vida a miles de personas, el Marburgo nunca ha causado tantos estragos. Por lo general, estos episodios finalizan con un número muy reducido de contagios y fallecimientos, y solo dos brotes (entre los años 1998 y 2000 y entre los años 2004 y 2005) han superado el centenar de infecciones y muertes. De hecho, este brote actual es, por el momento, el tercer mayor brote conocido.
De estos datos se desprende que el virus de Marburgo, pese a su elevada mortalidad, no tiene tantísima capacidad de contagio como el ébola. "La realidad es que las características biológicas de estos virus, con una altísima mortalidad pero muy mala capacidad de transmisión entre humanos, explican que nunca se haya producido un brote fuera de África más allá de casos puntuales, la mayoría importados o relacionados con incidentes de laboratorio", indican desde el SMC.
Por tanto, y pese a que la OMS considera que el riesgo del brote es "muy alto" a nivel nacional, el riesgo a nivel regional es solamente "alto" —el país comparte frontera con República Democrática del Congo, Tanzania y Uganda— y "bajo" a escala global. "En otras palabras, hay preocupación por su extensión en Ruanda y países vecinos, pero no se teme que el virus llegue a países lejanos", explica la oficina de recursos científicos.
Cómo se transmite
Según explican desde el SMC, es un virus zoonótico. Suele saltar a la población humana desde un murciélago infectado, y a partir de ahí se propaga entre personas mediante contacto directo con la sangre, secreciones, órganos y otros fluidos corporales. Del mismo modo, superficies y materiales, como ropa y sábanas, también pueden ser fuente de contagio.
En el caso concreto de Ruanda, el 80% de los enfermos son sanitarios, lo cual evidencia el riesgo que corren los trabajadores sanitarios que tratan a los pacientes. De manera adicional, las autoridades han ordenado reducir el tamaño de las ceremonias funerarias, ya que estas implican un contacto directo con los cuerpos.
Síntomas
Una vez contagiado, el período de incubación del virus oscila entre los 2 y 21 días. Los síntomas comienzan de forma abrupta con fiebre alta, dolor de cabeza severo y malestar intenso. Otros síntomas incluyen diarrea acuosa severa, dolor abdominal, calambres, náuseas y vómitos. Además, en algunos casos fatales suelen aparecer signos hemorrágicos.