La pandemia de COVID-19 ha tenido un impacto significativo en la salud de millones de personas en todo el mundo. A medida que continuamos aprendiendo sobre este virus, surge una preocupación cada vez mayor por una condición conocida como COVID persistente, también llamada síndrome post-COVID o COVID prolongada.
Esta condición afecta a personas que han contraído el virus y experimentan síntomas persistentes durante un período prolongado después de la infección inicial. Ahora un grupo de expertos ha publicado una nueva y actualizada "Guía práctica clínica para la atención a personad con COVID persistente". En el siguiente artículo te resumimos sus conclusiones.
Síntomas del COVID persistente
El COVID persistente presenta una amplia gama de síntomas que pueden persistir durante semanas o incluso meses después de la infección inicial. Estos síntomas pueden variar en intensidad y duración, y pueden afectar a diferentes sistemas del cuerpo. Algunos de los síntomas más comunes incluyen:
- Fatiga: los pacientes pueden mejorar haciendo un descanso adecuado con una buena higiene del sueño, así como terapia de ejercicio gradual controlado por un fisioterapeuta.
- Síntomas neurológicos y neurocognitivos: la cefalea debe ser evaluada y tratada sintomáticamente, habiendo descartado otras causas. Podemos encontrar alteraciones en la memoria, la atención o la concentración, pudiendo mejorar el paciente con rehabilitación neurocognitiva.
- Problemas psicológicos y emocionales: se recomienda realizar un abordaje conductual y farmacológico si fuera necesario ante síntomas de ansiedad y depresión.
- Disnea: realizar ejercicios de respiración y fisioterapia y, en los casos en los que esté indicado por insuficiencia respiratoria, prescribir oxigenoterapia crónica domiciliaria.
- Tos: valorar otras causas como reflujo gastroesofágico, asma o toma de inhibidores de la enzima de conversión de la angiotensina (IECA). El tratamiento se basa en antitusivos y broncodilatadores y/o en glucocorticoides inhalados.
- Dolor: es uno de los síntomas más frecuentes, ya sea en forma de cefalea, mialgias, artralgias, lumbalgia o dolor torácico. Se abordará según la práctica clínica habitual.
- Síntomas olfativos: entrenamiento o rehabilitación del olfato y el gusto y administración de corticoides en pauta corta durante 15 días. Si persiste, realizar interconsulta a otorrinolaringología.
- Síntomas gastrointestinales: si existen vómitos usar antieméticos y si se presenta diarrea administrar loperamida.
Es importante tener en cuenta que los síntomas del COVID persistente pueden ser diversos y pueden afectar de manera diferente a cada persona.
Seguimiento del COVID persistente
Un seguimiento adecuado es fundamental para los pacientes con COVID persistente. Los médicos y especialistas en salud están desarrollando protocolos de seguimiento para monitorizar de cerca a estos pacientes y abordar sus necesidades específicas.
Esto puede incluir evaluaciones regulares para detectar nuevos síntomas, pruebas de función pulmonar y cardíaca, así como evaluaciones cognitivas para detectar posibles problemas neurológicos.
Además, es importante brindar apoyo emocional y psicológico a los pacientes, ya que el impacto del COVID persistente en la salud mental puede ser significativo.
Tratamiento del COVID persistente
El tratamiento del COVID persistente se centra en aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida del paciente. Esto puede implicar una combinación de enfoques médicos, terapias físicas y apoyo psicológico.
Para algunos pacientes, el descanso adecuado y una dieta saludable pueden ser beneficiosos, mientras que otros pueden requerir medicamentos para aliviar los síntomas específicos, como analgésicos para el dolor o broncodilatadores para la dificultad respiratoria.
En resumen, el COVID persistente es una condición compleja que puede tener un impacto duradero en la salud y el bienestar de los pacientes. Con un enfoque multidisciplinario que incluya seguimiento médico regular, tratamiento sintomático y apoyo emocional, podemos ayudar a los pacientes a sobrellevar esta difícil situación y mejorar su calidad de vida.