Los pezones constituyen una zona erógena irrenunciable identificada con los momentos preliminares al coito, al igual que el cuello o las orejas. Sin embargo, la importancia de su estimulación para llegar al orgasmo suele ser desconocida, y prácticamente considerada una entelequia en el caso de los hombres.
Según la sexóloga Carol Queen, no todas las personas han experimentado este tipo de orgasmo por el distinto modo de aproximarse al sexo. Los más propensos a sentirlo son aquellos con mayor capacidad de excitación, y, principalmente, los que conciben el sexo como una experiencia corporal integral y están más abiertos a la experimentación.
Y no solo es una realidad en el caso de las mujeres: los hombres también pueden experimentar orgasmos de pezón. La cultura de la sexualidad masculina que focaliza únicamente en el pene y su estimulación dificulta que el sexo masculino contemple otras posibilidades de disfrutar sus experiencias íntimas.
Un estudio publicado en 2011 por el Journal of Sexual Medicine (volumen 8), dirigido por el psicólogo Barry Komisaruk, llamó la atención sobre ellos, asegurando que la zona cerebral que registra actividad cuando los pezones son estimulados es idéntica a la que se activa con la estimulación de los genitales en las mujeres y también en los hombres. Es decir, los pezones ascendían al mismo nivel como fuentes de placer sexual, lo que inevitablemente conducía a su vínculo con el orgasmo.
Hace 20 años, el investigador y doctor Herbert Otto ya publicaba un dato muy revelador: el 29% de las mujeres habían experimentado un orgasmo únicamente a través de la estimulación de sus pezones. Otto fue más allá, y estableció este tipo de clímax como el segundo más común en el caso de las mujeres.
Cuatro pasos
¿Cómo estimular la zona de los pezones para lograr el clímax? Aunque en estos casos, la imaginación y la comunicación con la pareja es el mejor manual a seguir, la educadora sexual Adina Rivers, fundadora de la web de divulgación My Tiny Secrets, ayuda a los 'principiantes' con estos cuatros pasos a poner en práctica: apretar y presionar en primer lugar, lamer en sentido circular durante unos minutos, chupar aspirando el pezón y, por último, intensificar el último movimiento que esté conduciendo al orgasmo sin variarlo.
El sexo en invierno gusta menos pero une más