
La presidenta de Farmaindustria, patronal que engloba a las empresas fabricantes de medicamentos innovadores, hace un repaso para elEconomista.es de la Estrategia Farmacéutica de España, aprobada en Consejo de Ministros el pasado martes.
¿Qué valoración hace del plan del Gobierno?
Hago una valoración positiva. Recoge los esfuerzos del Gobierno en un trabajo conjunto de varios ministerios que ha contado también con el sector. Es una Estrategia que no tiene precedentes y un reconocimiento del valor estratégico de nuestras empresas.
¿Qué es lo que echa de menos la industria en esta estrategia?
La perfección no existe. Soy una persona optimista y colaborativa y lo importante viene ahora, trabajan conjuntamente para hacer posible todo lo que recoge el documento.
Entonces, ¿ha habido un proceso de negociación abierto durante los últimos tiempos?
Es un plan del Gobierno, pero también ha habido muchas reuniones conjuntas. Sí que nos hemos sentido escuchados y se han tenido en cuenta nuestras inquietudes. Hace dos años hubo una reunión entre los CEOs de las farmacéuticas y Pedro Sánchez donde prometieron 8.000 millones de inversión a cambio de varias reformas legislativas.
¿Están dichos cambios recogidos en la estrategia?
Es verdad que hubo esa reunión pero era un momento distinto al actual. Estamos ante un plan del Gobierno y no de la industria. Esta estrategia recoge el espíritu de cómo debemos trabajar de forma conjunta para que la sanidad se transforme en los próximos años. Además, todo depende de las transposiciones legislativas.
Y si se traduce adecuadamente, ¿habrá inversiones para reforzar el tejido industrial en España?
Nuestra visión como industria es seguir invirtiendo en innovación, desarrollo y fabricación de nuevos medicamentos. Luego hay que elegir dónde se hace todo esto y para nosotros España es un país donde se pueden atraer inversiones. Las señales del Gobierno es buen camino, un buen inicio... pero hay que ver cómo se traduce. Quiero recordar que vivimos en un entorno muy competitivo. El Plan tiene una primera parte que habla de cómo evaluar los nuevos medicamentos y, sobre todo, reducir los plazos de aprobación.
¿Veis que el Real Decreto que está ultimando Sanidad recoge el espíritu de esta estrategia?
El Real Decreto define parte del proceso, es decir, cómo se evalúa y la gobernanza para realizarlo. No es la parte del proceso completa, que estará con el otro Real Decreto, el de precio y reembolso. Ahora hay que esperar para ver si tenemos la fotografía completa. Tanto nosotros como el Gobierno nos preocupamos y ocupamos por que los nuevos tratamientos lleguen cuanto antes a los pacientes.
¿Veremos estas reformas a lo largo de 2025?
Sería lo ideal...Se lo pregunto porque el propio plan se pone como horizonte hasta 2028...Esto lo vemos como una característica positiva, se trata de una visión a medio y largo plazo. Pero es verdad que tienen que ocurrir cosas en el corto plazo para tener ese horizonte. Si en 2025 tenemos los reales decretos de evaluación de tecnologías sanitarias y el de precios y reembolsos, la ley de Garantías es un paraguas que debería contener algunas especificidades del plan estratégico.
Hay una parte del Plan donde el Gobierno habla de poder crear más empresas farmacéuticas semipúblicas. ¿Qué opinión tiene ante esto?
La colaboración público-privada es una buena aproximación. El mundo ha cambiado mucho, muchísimo, y tenemos que aunar esfuerzos y romper barreras para mejorar lo presente.