Sant Cugat del Vallès
Grifols y Brookfield enterraron esta semana la carpeta de la posible opa del fondo sobre la farmacéutica tras meses de due diligence y conversaciones. La proposición de 10,5 euros por acción no satisfizo a la organización y la propuesta fue rechazada por el consejo. "El comité de transacciones rechazó la oferta de Brookfield de manera inmediata porque no estaba ni cerca de los valores que ellos consideraban que debía tener", asegura Nacho Abia, consejero delegado de la organización. No hubo contraoferta y el proceso, que se erigía como posible solución a la situación financiera de la compañía, queda ya guardado en el cajón sin, defiende el ejecutivo, otra alternativa corporativa. "No hay plan B ni plan C, el plan es focalizarnos en el negocio y vamos camino de cerrar un año excelente", zanja.
El primer ejecutivo de la cotizada defiende la decisión del consejo tras una propuesta que valoraba la firma en 6.450 millones además de asumir los 9.200 millones de deuda que arrastra. "Se ha hablado mucho del precio justo y la oferta de Brookfield estaba muy por debajo del consenso general de todos los analistas", sostiene. Este jueves el consenso general era de 16,31 euros por título y de las cinco entidades que revisaron el precio solo Invest Securities lo rebajó de 15 euros a 14 euros. El resto lo han mantenido.
Además, en el sector se acostumbra a valorar las empresas con múltiplos de entre 10 y 12 veces ebitda, lo que implicaría una valoración de entre 17.000 y 20.000 millones -habría que ver qué parte en deuda y que parte en equity- a tenor de los 1.700 millones de ebitda generados por la compañía en los últimos doce meses. El ejecutivo asegura desconocer si el fondo americano tenía músculo para mejorar la oferta, pero si defendió que el precio de 10,5 euros no hace justicia a "como estamos ahora y como creemos que estaremos con los múltiplos que se barajan en este mercado".
Abia rechaza, eso sí, que Grifols no haya sido transparente a la hora de abrir sus libros a Brookfield, algo con lo que se ha especulado en los últimos días tras fracasar la opa. "Se le ha dado muchísima información, hemos tenido decenas de reuniones, miles de documentos y 4.500 preguntas respondidas", defiende. "Yo me he reunido una veintena de veces con ellos", ejemplifica.
"Cuando Brookfield lanza la oferta inicial mantiene que esa oferta se lanza con toda la due diligence comercial hecha y lo que faltaba eran flecos confirmatorios, pero que no iban a tener un impacto en la valoración", recuerda. Sí es cierto que, vista la propuesta, la actitud del comité de transacciones cambió: "Llega un momento que, una vez hecha la propuesta, ellos tienen interés en seguir con las conversaciones y el comité señaló que si no iba a haber ninguna acción -refiriéndose a una mejora- no tenía sentido seguir con ellas. Es una decisión que creo que tenía sentido", añade.
El ejecutivo no quiso mojarse sobre la presencia de los fondos cazaopas que han emergido en el capital en los últimos meses. Dijo estar abierto a escuchar la petición del grupo de inversores minoritarios que solicitó un asiento en el consejo habiendo dos huecos disponibles. "Se estudiará, siempre y cuando se mantenga la mayoría de independientes", explicó. Hoy son cinco los independientes y seis entre ejecutivos, dominicales y otros (Tomás Dagà). Por ello, serían necesarios dos independientes para la mayoría anhelada.
La compañía ha contratado a una firma especializada en la búsqueda de estos perfiles.