
PharmaMar sigue navegando en el desierto que existe entre el fin de la patente de un medicamento y el despertar comercial de una innovación médica. La farmacéutica mantiene prácticamente su beneficio (pasa de ganar 7,9 millones en los nueve primeros meses de 2023 a 7,4 en el mismo periodo de este año), pero si bien el desgaste comercial de Yondelis sigue produciéndose también aumentan los ingresos por las primeras ventas de Zepzelca.
La firma que preside José María Fernández Sousa-Faro registró a 30 de septiembre de 2024 una facturación de 126,5 millones, que representa un incremento del 8% respecto a los ingresos reportados en el mismo período del ejercicio anterior. Los ingresos recurrentes, resultantes de sumar las ventas netas más los royalties recibidos (principalmente de Jazz por las ventas de Zepzelca en EEUU), aumentaron hasta los 99,2 millones de euros, frente a los 98,3 millones registrados a 30 de septiembre de 2023.
La buena noticia sigue siendo la facturación de Zepzelca en América, que creció un 8% hasta los 38,4 millones de euros, prácticamente un tercio del total de ingresos registrado por la empresa. A los royalties recibidos de Jazz Pharmaceuticals hasta el 30 de septiembre hay que añadir los que llegan por las ventas de Yondelis procedentes de los socios de Pharmamar en EE UU y Japón por importe de 3,5 millones de euros.
En el capítulo de gastos hay que destacar la partida en I+D. Según los datos de la farmacéutica, se invirtieron 76 millones de euros durante los nueve primeros meses de 2024, una cifra que representa un incremento del 8% comparado con el mismo periodo del ejercicio anterior.
A cierre del trimestre, el grupo registra un importe de caja y equivalentes de 148,2 millones de euros e incrementa la posición de deuda en 11 millones por la contratación de un préstamo bancario a largo plazo por importe de 15 millones de euros. Este dinero se está utilizando en la construcción de una nueva fábrica para el grupo, si bien se desconoce cuando estará completamente terminada.