Los tratamientos mínimamente invasivos son el futuro en el tratamiento del cáncer de mama, tal y como se puso de manifiesto en el seminario 'Maestros de la temperatura: técnicas de termo y crioablación para el tratamiento de cáncer de mama y sus resultados con CEM', organizado por Siemens Healthineers. Ejemplo de ello son las técnicas como la termoablación y la crioablación.
Ambas permiten destruir tumores utilizando calor o frío extremo, lo que ofrece una alternativa menos invasiva a las cirugías tradicionales. Estas técnicas son especialmente eficaces en pacientes con tumores pequeños o que no pueden someterse a cirugía convencional, lo que reduce las complicaciones y mejora la recuperación. Se están consolidando como opciones prometedoras para ciertos tipos de cáncer de mama, mejorando la calidad de vida de las pacientes. Además, reducen las complicaciones postoperatorias y preservan tejido mamario.
Así, José María Oliver, jefe de la Sección de Radiología de la Mama en el Hospital Universitario La Paz, ha subrayado la importancia de la mamografía con contraste (CEM) para optimizar los procedimientos, permitiendo una visualización precisa del tumor y un seguimiento más eficaz tras la ablación para verificar que las células cancerosas hayan sido eliminadas adecuadamente. "La mamografía con contraste permite identificar claramente los márgenes del tumor, lo que asegura una ablación completa y un seguimiento postoperatorio más eficaz", asegura.
Por su parte, Miguel Chiva, jefe de Radiología Mamaria del Hospital Universitario Ramón y Cajal, ha destacado la importancia de seleccionar a las pacientes adecuadas. "La personalización del tratamiento permite mejores resultados clínicos y una mejor calidad de vida", insiste.
Tal y como se ha destacado en el encuentro, Mammomat B.brilliant, de Siemens Healthineers, es un sistema con función de mamografía por contraste (CEM), que es una técnica de imagen morfofuncional, que utiliza agente de contraste yodado intravenoso y mamografía adquirida con energía dual, permite una rápida identificación de posibles cánceres y descarta lesiones no concluyentes, evitando el exceso de tiempo y coste de una resonancia magnética. Tanto Oliver como Chiva se han mostrado optimistas sobre el futuro de las técnicas de ablación en el tratamiento.
