
Grifols amplía su catálogo del área de diagnóstico. La catalana ha obtenido el marcado CE para su prueba o test Procleix ArboPlex Assay. Esta detecta cuatro arbovirus. En concreto, los virus del dengue, Zika, chikungunya y del Nilo Occidental. Se utilizará para cribar a los donantes de sangre con el objetivo de mitigar el riesgo de infecciones transmitidas por transfusión.
La prueba usa muestras de plasma o suero de los donantes para su detección. Además, utiliza la captura magnética, la amplificación medida por transcripción y la quimioluminiscencia para detectar la presencia de secuencias específicas de ARN de los cuatro patógenos. "Gracias a su capacidad de detectar cuatro virus en una sola prueba puede acelerar y mejorar en general la eficiencia de los laboratorios en el cribado de donantes", dice el presidente de la unidad de negocio Diagnostic de Grifols, Antonio Martínez.
Actualmente el riesgo de padece arbovirus en los donantes se evalúa a través de un test monoplex, una prueba dúplex o mediante un cuestionario. Este deja en suspenso a los donantes que declaran haber viajado o haber residido anteriormente en zonas endémicas de los patógenos.
Los cuatro arbovirus se categorizan como los más preocupantes. El cambio climático y el crecimiento de la conectividad mundial han convertido la propagación y exposición de estos patógenos en un problema de salud pública. Cabe subrayar que estos se transmiten por mosquitos vectores.
Los cuatro arbovirus
En 2023 se detectaron más de cinco millones de casos y 5.000 muertes por el virus del dengue en todo el mundo. Este se transmite a través del mosquito Aedes. En la mayoría de ocasiones, este patógeno provoca un cuadro leve: fiebre alta – uno de los signos más característicos -, dolor de cabeza y en otras partes del cuerpo, náuseas y erupciones en la piel. Además, es más frecuente en las regiones de climas tropicales y subtropicales.
La misma especie de mosquito provoca el virus de Zika. La enfermedad se caracteriza por la aparición de sarpullido, sensación de picazón (prurito), conjuntivitis no purulenta, artralgia, mialgia, edema periarticular y fiebre. Han aparecido brotes de este patógeno en Estados Unidos, África, el sudeste asiático, las islas del pacífico, algunas áreas del Caribe y en América Central y del Sur.
También produce el virus de chikungunya. Este afecta a más de un millón de personas cada año. Los síntomas incluye fiebre y dolor fuerte en las articulaciones, aunque también puede ser de cabeza o muscular. Este virus se encuentra ampliamente en regiones tropicales de África, Asia sudoriental, el subcontinente indio, la región del Pacífico y las Américas.
El virus del Nilo Occidental provoca la fiebre del Nilo Occidental. Se trata de una enfermedad neurológica que puede causar dolor de cabeza, fiebre alta, rigidez en el cuello, desorientación, temblores, convulsiones o parálisis. Además, las personas mayores de 60 años corren el mayor riesgo de enfermarse gravemente.
Según el Instituto de Salud Carlos III, este virus puede tener presencia en Andalucía, Extremadura, Castilla La Mancha, Castilla y León, Cataluña y Comunidad Valenciana. También es común en otros países europeos, África, Oriente Medio, América del Norte y Asia occidental.