Madrid
España es un referente europeo en el ámbito de la Atención Primaria (AP). Posee una de las esperanzas de vida más altas del continente y esto ha sido gracias a esta rama de la sanidad. A pesar de ello, tiene una serie de deberes pendientes, que abarcan desde la necesidad de más recursos económicos hasta un mayor papel de la AP en la toma de decisiones de las autoridades, según el informe "Primary Health Care Transformation in Spain: Current Challenges and Opportunities", que se ha presentado hoy en el Ministerio de Sanidad, dentro del simposio "Transformando la Atención Primaria: de España a Europa".
Expertos de salud apuntan que la salud pública y la Atención Primaria han ayudado a diagnosticar de manera temprana a los pacientes, a que reciban tratamiento y a su correcta recuperación. Sin embargo, la pandemia ha dejado una situación complicada para el sistema de España – y el resto de Estados miembro de Europa – llena de dificultades.
La Atención Primaria está envuelta en un déficit de profesionales sanitarios. Es más, en 2022 y 2023 se quedaron "vacías" 220 plazas en los ambulatorios, según ha apuntado la jefa del Centro Europeo de Atención Primaria de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Melitta Jakab. Este hecho es consecuencia de las condiciones laborales, principalmente. Los aspirantes a médicos de familia buscan un buen salario, poder conciliar su vida profesional y personal, y trabajar en equipo.
Los expertos ven necesario atraer a más profesionales sanitarios a los ambulatorios y ser capaces de retener su talento. "España tiene un sistema robusto, pero necesita más recursos", afirma Melitta Jakab. Además, ven imprescindible invertir en el desarrollo profesional de los facultativos.
El informe apunta que los recursos humanos y económicos no han estado a la atura de las crecientes presiones. En otras palabras, la inversión en Atención Primaria ha seguido una línea recta mientras la demanda aumentaba. En parte, se debe al envejecimiento de la fuerza laboral, empeoramiento de las condiciones laborales y problemas de contratación y retención de la fuerza laboral.
Además, hay signos de malestar creciente de los pacientes en la Atención Primaria. "Hemos escuchado por doquier el propio acceso a la sanidad se está viendo afectado", dice Jakab. Por un lado, el porcentaje de personas que acuden a su cita con el médico de cabecera 24 o 48 horas después de pedirla ha disminuido del 48% en 2018 al 27% en 2022. También, solo el 43% ven con buenos ojos la coordinación entre niveles de la Atención Primaria (un 53% en 2018). Asimismo, el 76% afirman que se ven envueltos en la toma de decisiones de la sanidad primaria frente al 80% de hace cuatro años.
Los expertos también de gran importancia reforzar los modelos basados en el trabajo en equipo y apostar por la interdisciplinariedad. Por otra parte, es relevante que la Atención Primaria posea una fuerte representación en la toma de decisiones de las autoridades.
Más tiempo en consulta
La ministra de Sanidad, Mónica García, afirma que la Atención Primaria tiene unos retos que afrontar, sobre todo, tras los recortes de la última década y la pandemia de Covid 19 que ha dejado una Atención Primaria más debilitada. Hace, sobre todo, especial hincapié en conseguir "tiempo para que los médicos puedan atender a los pacientes y que esto no se convierta en un call center". Pide que no se asuma "como algo normal" que los facultativos estén viendo a las personas "cada tres minutos".
Además, apunta que se necesita "garantizar la longitunidad entre el doctor de cabecera y el paciente", dice García. "También tenemos que garantizar la accesibilidad, coordinación con otros niveles asistenciales, financiación, cogobernanza, …".
Desde el Ministerio de Sanidad, indican que están comprometidos en reforzar la Atención Primaria. "Estamos avanzando en el plan de acción de 2024-2025 para la Atención Primaria", dice.