Salud Bienestar

La desaparición de Muface provocaría un aumento de 900 millones en gasto en sanidad pública

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Muface vive un momento de vital importancia para su supervivencia. Las aseguradoras están preocupadas por su gestión y lo tachan de deficitario en términos económicos. Es más, se ha llegado a debatir qué ocurriría si acabase desapareciendo. Su extinción traería consigo una tormenta de consecuencias, pero la más relevante sería un cargo extra al Estado de 900 millones de euros anuales, según fuentes oficiales. Este desembolso es lo que costaría incluir y prestar servicio a los usuarios de Muface en la sanidad pública.

A día de hoy, son tres las aseguradoras que prestan servicio a Muface: Adeslas, Asisa y DKV. Cada una de ellas está perdiendo al año alrededor de 200 millones de euros, por lo que si se empieza a contar desde que comenzó el último convenio, es decir, hace tres años habrían protagonizado unos 'números rojos' de 600 millones en esta rama de negocio.

Ante esta situación, dos de las tres mutuas ya han hecho amago de salir de Muface y con ello, no renovar para el siguiente convenio si las condiciones no cambian. La más reciente es la de Mutua Madrileña, que presta servicio bajo Adeslas, que ha afirmado que sería difícil seguir dentro del servicio.

En la presentación de sus resultados esta semana, el presidente de la aseguradora, Ignacio Garralda, se mostró preocupado y exigió una subida económica de la prima que reciben las aseguradoras para prestar servicio de al menos "dos dígitos", es decir, más del 10% para evitar las pérdidas. "Creo que todas las empresas perdíamos algo de dinero, pero lo compensábamos con economías de escala. Nosotros lo sabíamos, lo sabía la Administración, pero era un déficit soportable y ahora mismo es ruinoso", apuntaba.

Además, el verano pasado DKV se plantó ante el Gobierno por el mismo motivo: la infrafinanciación. La aseguradora pedía un incremento de la prima actual de, al menos, el 40% para el siguiente convenio. "En el último año la situación se ha deteriorado hasta términos casi insostenibles. Nos estamos planteando no renovar en la próxima renovación", afirmaba el director general financiero y presidente del Comité Ejecutivo de la compañía, Javier Cubría de Miguel.

Cabe recordar que el presente convenio se firmó en 2021, justo antes de que se disparasen los precios por la inflación. Tiene una duración de tres años y cuenta con un presupuesto de 3.571 millones. El primer curso, el aumento de la prima fue del 8% hasta alcanzar 3.856 millones y los siguientes del 1% cada uno (primero pasó a 3.895 millones y después a 3.934 millones).

Actualmente, las aseguradoras están presionando a las administraciones públicas para que las condiciones del próximo convenio sean mejores. Estas se discutirán oficialmente a partir de junio, aunque ya se están produciendo conversaciones, según el presidente de Mutua Madrileña. Es más, el Gobierno está realizando estudios sobre la situación. "Creemos que hay buena disposición para llegar a un acuerdo en el cual se vea que hay que reequilibrar económicamente el convenio", afirmaba Garralda.

Es más, según ha podido saber este medio, Mutua no es la única que está tratando de acercarse al Gobierno con el objetivo de tomar el pulso a la administración. Otras aseguradoras están trabajando para presentar al ministro para la Transformación Digital y de la Función Pública, José Luis Escrivá Belmonte, sus necesidades y anhelos.

Una cartera con menos mutualistas

Muface presta servicio al 66% de los mutualistas en España. No obstante, el número de personas ha bajado de un año para otro, pasando de 1,499 millones en 2021 a 1,496 millones en 2022, según los datos del informe "El mutualismo administrativo: Modelo predictivo sobre la elección de los mutualistas de su modelo futuro y escena", elaborado por la Universidad Complutense de Madrid junto a ASPE. Los mutualistas pueden elegir si reciben atención en la sanidad privada o en la pública. La mayoría prefieren la primera mencionada con un 72,9%.

Adeslas posee la mayor cuota de mercado en Muface. En concreto, un 34%. Le sigue Asisa, una compañía controlada por Lavinia, con un 25%. Por último, está DKV con un 25%.

Por otro lado, la desaparición de Muface provocaría que los mutualistas se dirigiesen a la sanidad pública para recibir atención médica colapsando aún más el sistema. Es más, las listas de espera para consultas externas aumentarían un 266% y para cirugías, un 115%, según consta en el informe. Además, los centros hospitalarios públicos deberían de aumentar un 3,8% las camas ya que se necesitarían más de 3.975.

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