
Almirall ha comenzado 2024 haciendo frente a una serie de pagos derivados de las compras de medicamentos que acometió en los últimos años. Según se desvela en el informe anual de sus resultados, la firma de los Gallardo desembolsará 75 millones de euros entre tres farmacéuticas: Lilly, Sun y Simcere.
Los pagos a Lilly están relacionados con el medicamento estrella que tiene ahora en cartera la farmacéutica catalana, lebrikizumab, que tiene un potencial de ventas de alrededor de 400 millones de euros. Este acuerdo fue firmado en 2019 con Dermira, dueña inicial del producto, pero un año más tarde esta última fue comprada por la multinacional estadounidense, por lo que Almirall ahora tiene el acuerdo con ellos. El pago actual está relacionado con la aprobación en Europa del medicamento.
Además, la firma de los Gallardo también tendrá que abonar a Sun Pharma un pago relacionado con los royalties del medicamento biológico para tratar la psoriasis. En los resultados anuales, Ilumetri (denominación comercial del fármaco) fue el líder en ventas con 166,4 millones de euros durante el año 2023, un 33,5% más que en el ejercicio anterior.
El último pago está relacionado con una molécula que aún está lejos del mercado. A finales de septiembre de 2022, Almirall llegó a un acuerdo con Simcere para culminar el desarrollo clínico de SIM 0278 y, si tiene éxito, podrá comercializarlo en todo el mundo con la excepción de China. La terapia llegó a Cataluña en fase preclínica y ahora el pago está ligado a la superación de un ensayo clínico.
Tanto los dos primeros casos como otras operaciones inorgánicas similares para los medicamentos Wynzora y Klisiry forman ahora el núcleo duro del negocio de la farmacéutica de los Gallardo. De hecho, en la presentación de resultados del pasado lunes ya se observa que la cartera dermatológica de la empresa ya representa más de 50% del total de los ingresos.
En el informe anual de la compañía también se desvela uno de los secretos mejor guardado por la catalana durante el año pasado. Fue a principios de septiembre cuando este periódico adelantó que Almirall desembolsaba 60 millones de euros (casi un tercio de la ampliación de capital realizada en junio) en un medicamento para tratar el Alzheimer. Sin embargo, se alegaron asuntos de confidencialidad para poder conocer el nombre de la farmacéutica vendedora. Hoy se ha podido saber que fue Novartis la que se deshizo de un medicamento que comenzó a comercializarse en el año 2013.
La multinacional suiza está inmersa en un proceso de reestructuración del negocio y ha priorizado dos áreas médicas por encima de cualquier otra. Una de ellas es la oncología y la otra la cardiología, con Leqvio a la cabeza.