
La Inteligencia Artificial (IA) está dando una vuelta de 180 grados a los ensayos clínicos tal y como se conocían. Almirall no ha perdido oportunidad y ha firmado un acuerdo con Microsoft para utilizar su tecnología. En concreto, la usará para desarrollar nuevas terapias contra enfermedades de la piel.
El acuerdo que unirá los conocimientos de Almirall en Investigación y Desarrollo con la tecnología de vanguardia de Microsoft tiene una duración de tres años. Ambas entidades establecerán una Digital Office conjunta.
En concreto, la IA de Microsoft permitirá analizar de manera más rápida los datos que se obtengan en los ensayos clínicos, y en consecuencia, acelerar el descubrimiento de nuevas dianas terapéuticas. También concederá a la farmacéutica conocer qué medicamentos presentan un mayor grado de innovación y de potencial en el mercado con el fin de priorizar su investigación. "El acuerdo con Microsoft nos permitirá aprovechar las últimas tecnologías para transformar nuestra forma de trabajar y acelerar el descubrimiento de fármacos", afirma el director ejecutivo de Almirall, Carlos Gallardo.
Un cambio de paradigma
Los métodos tradicionales que se han utilizado a lo largo de la historia en la investigación y desarrollo de medicamentos son extremadamente caros y suelen requerir mucho tiempo. Miles de principios activos se someten a las fases preclínicas y muy pocos consiguen pasar a la investigación en humanos. Es más, de los que logran superar esta etapa no todos pisan el mercado o dan beneficios a las farmacéuticas.
La Inteligencia Artificial ha llegado para dar una vuelta de tuerca al escenario. Tiene el poder de transformar el proceso para que sea más barato, eficaz y rápido. Esta tecnología puede clasificar y comparar a través de algoritmos las infinitas propiedades de posibles moléculas las cuales por sí solos los humanos no podrían analizar debido a la gran cantidad de datos. También puede predecir compuestos prometedores para la creación de un medicamento, identificar y validar dianas farmacológicas, y permite mejorar las estructuras de los tratamientos que ya existen.
Actualmente la estrategia empresarial de Almirall gira en torno a lebrikizumab, una terapia para la dermatitis atópica. La compañía ha apostado todas sus cartas y ya ha invertido alrededor de 200 millones de euros en ella. En septiembre de 2023, Europa abrió sus puerta a este medicamento y desde entonces está negociando para su llegada a los diversos Estados miembro. A día de hoy, solo se vende en Alemania.
En lo que respecta a España, Almirall afirmó que este año sería el momento en el que se sentaría con el Ministerio de Sanidad y comenzaría la negociación. La compañía prevé que empiece a comercializarse a finales de 2024 o principios del siguiente. También pretende entrar en el mercado francés, italiano y suizo. Asimismo, ya ha iniciado el trámite para Reino Unido y está a la espera de su decisión.
En 2024 Almirall busca un beneficio de 25 millones de euros - un 66% más - y una facturación de 1.000 millones. Para llegar a este objetivo, la firma utilizará 'dos armas secretas': Ilumetri, que apunta a unos ingresos mayores de 165 millones en 2024 y lebrikizumab, que se prevé que reporte entre 20 y 40 millones.