
Investigación y Desarrollo son dos conceptos que forman parte de los diez mandamientos por los que se rige la industria farmacéutica. En 2022 su inversión en este campo alcanzó su máximo histórico. En concreto, aumentó un 10,1% respecto al año anterior y registró 1.395 millones de euros.
España es para muchas empresas el segundo país donde más ensayos clínicos llevan a cabo, por detrás de Estados Unidos. De hecho, participa en una de cada tres investigaciones que se llevan a cabo en Europa. En 2022 las farmacéuticas destinaron tres de cada cinco euros al desarrollo de ensayos clínicos, un 5,6% más que en 2021, según datos de Farmaindustria. En concreto, se invirtieron alrededor de 834 millones.
Además, la industria dedicó 175 millones para la investigación básica – el segundo desembolso con mayor dotación de recursos -, un 11% más que el año anterior. En particular, uno de cada ocho euros se dirijieron a las fases preliminares de la investigación, las cuales se describen como mas complejas. Las farmacéuticas también invirtieron 114 millones en el desarrollo tecnológico y 105 millones en los labores de farmacoeconomía, epidemiología y estudios posautorización.
La industria farmacéutica es el segundo negocio que más invierte en España, después del automóvil. Ademas, el hecho de que las cifras de inversión aumenten ha provocado que cada vez más hospitales del país puedan participar en ensayos clínicos. De hecho, las farmacéuticas desembolsaron 633 millones para llevar a cabo contratos de investigación y desarrollo con hospitales, universidades y centros públicos y privados; y 762 millones para llevar esta misma acción en los centros de las propias empresas.
Si se analiza la inversión por autonomías, la Comunidad de Madrid y Cataluña acapararon más de la mitad del desembolso. En concreto, el 30,4% y 26,7% respectivamente. "Necesitamos más centros para hacer investigación clínica, puesto que el 57% de los ensayos se concentran en dos autonomías", afirma el director general de Farmaindustria, Juan Yermo.
En cuanto a las fases del ensayo, los estudios en fases tempranas han pasado a representar el 36,4% del total de la inversión. Además, la fase III mantienen el mismo desembolso. Sin embargo, cae en la fase IV – la que se realiza posteriormente a la comercialización de un medicamento -.
Por otro lado, el número de trabajadores de la plantilla del departamento de Investigación y Desarrollo de las farmacéuticas ha aumentado respecto a 2021 (5.393 personas) y ya registra 5.498 puestos de trabajo. Según la patronal, se trata de la "cifra más alta registrada". Además, casi siete de cada diez empleos pertenecen a mujeres. Asimismo, el 90% de los trabajadores poseen títulos universitarios.
"El sector farmacéutico en España es líder en inversión en I+D, ya que representa un 20% de toda la inversión industrial en nuestro país; en ensayos clínicos; crea empleo de alta calidad, cualificado e igualitario; contribuye al PIB nacional por encima de su peso en el empleo, y es un referente en economía circular, compromiso social y los ODS", expone Juan Yermo.