
Más de la mitad de la población mundial no está cubierta por servicios de salud esenciales. Es más, dos mil millones de personas enfrentar graves dificultades financieras debido a los costes de la atención médica. Por ello, setenta países se han comprometido a aumentar sus inversiones en Atención Primaria para el año 2030.
Los desembolsos irán dirigidos a aprovechar al máximo las innovaciones digitales, garantizar la protección contra costes económicos catastróficos en salud y a invertir en una plantilla de profesionales sanitarios mayor – se prevé que en 2030 únicamente existan 10 millones de trabajadores de la salud -.
Para ello, los países deberán realizar una inversión adicional de al menos entre 190 y 300 millones por año con el objetivo de ampliar globalmente el enfoque de Atención Primaria en los países de ingresos bajos y medianos. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), los desembolsos salvarían más de 60 millones de vidas y podría generar el 75% de los avances en salud proyectados a partir de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
La implementación de la Atención Primaria requiere una mayor colaboración para aumentar y mejorar el compromiso político, la gobernanza, la financiación y la participación. También es necesario la construcción de un sistema de salud que se centre en el tratamiento de enfermedades a la cocreación de sistemas que cuiden la totalidad de la salud y el bienestar de las personas, para que las comunidades puedan estar más sanas y mejor protegida contra las diversas patologías.
"Durante la pandemia hemos visto que los pobres, los más vulnerables y los más marginados pagaron el coste más alto. La equidad no puede ni debe esperar", afirma el director general de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom. "El organismo se compromete a trabajar con gobiernos, instituciones financieras internacionales, socios, jóvenes y la sociedad civil para cambiar radicalmente el rumbo, priorizando acciones e inversiones en un enfoque de atención primaria de salud", añade.