
La Organización Mundial de la Salud (OMS) avisa de que si se mantienen los niveles actuales la hepatitis podría matar a más personas que la malaria, tuberculosis y el VIH juntos en 2040. Ante esta alerta, el organismo ha pedido a los diferentes países ampliar las pruebas de diagnóstico y el tratamiento para esta infección.
"Millones de personas viven con hepatitis sin diagnosticar ni tratar en todo el mundo", afirma el director general de la OMS, Tedros Adhanom. Esta enfermedad provoca el fallecimiento de más de un millón de personas al año a nivel mundial. De hecho, los tipos B y C causan la mayoría de muertes y casos, mientras que la de tipo C se puede curar. No obstante, solo una de cada cinco personas diagnosticadas por esta última clase están diagnosticadas y únicamente el 13% han recibido tratamiento. Por otro lado, el 10% de las personas que viven con hepatitis B cuentan con un diagnóstico y de estas solo el 2% reciben medicación.
La OMS indica que la vacunación es clave para la reducción de las infecciones por hepatitis B en niños. La meta relativa a la incidencia de esta patología es la única meta sanitaria de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que se cumplió en 2020 y está en camino de cumplirse en 2030. No obstante, muchos países del continente africano no tienen acceso a estos sueros en el nacimiento.
Además, para eliminar o, al menos, reducir la transmisión maternoinfantil el organismo sanitario aconseja que todas las embarazadas se sometan a las pruebas de la hepatitis B durante el periodo de gestación. Según un informe de la misma, de 64 países que cuentan con esta política, únicamente el 32% informaron sobre la realización de actividades de detección y tratamiento de la hepatitis B en los dispensarios prenatales.
El mismo documento muestra que de los 103 territorios que participaron, el 80% tiene medidas para detectar y tratar la hepatitis B en las clínicas de VIH, y el 65% hace lo mismo con la hepatitis C. "Aumentar las pruebas y el tratamiento de la hepatitis dentro de los programas del Virus de la Inmunodeficiencia Humana protegerá a las personas que viven con este de desarrollar cirrosis hepática y cáncer de hígado.
La Organización Mundial de la Salud aconseja la realización de las pruebas de detección, el tratamiento en caso de diagnóstico y la vacunación contra la hepatitis B para mantener la salud del hígado. También aconseja reducir el consumo de alcohol, lograr un saludable y controlar la diabetes o la hipertensión.