
A finales de 2020, el laboratorio estadounidense de biotecnología, Illumina, cerraba un acuerdo de adquisición con la startup Grail, participada por Jeff Bezos y Bill Gates, por 8.000 millones de dólares, unos 6.800 millones de euros. Sin embargo, la operación ha generado dudas en la UE. Tanto es así que, tras vetar la transacción en septiembre de 2022, la Comisión Europea ha multado con 432 millones de euros a ambas empresas por ejecutar la compra sin su visto bueno.
Según la decisión anunciada este miércoles, la Comisión Europea impondrá una sanción de 432 millones de euros a la firma biotecnológica y otros 1.000 euros a la startup especializada en el diagnóstico de cáncer de colon. De lo que se les acusa es que las empresas hayan ejecutado la fusión sin que la operación fuera aprobada por el Ejecutivo comunitario. Motivo suficiente para que, en base a la regulación comunitaria de fusiones, Bruselas pueda imponer una multa de hasta el 10% de la facturación de una compañía.
Se ha pronunciado al respecto la vicepresidenta de la Comisión Europea y responsable de Competencia, Margrethe Vestager que ha criticado: "si las compañías se fusionan antes de nuestra autorización infringen nuestras normas". En un paso más, la danesa ha apuntado que las actuaciones de Illumina y Grail fueron "deliberadas" mientras la Comisión Europea seguía investigando.
"La decisión de hoy de multar a ambas empresas, por un importe total de 432 millones de euros, demuestra que se trata de una infracción muy grave", ha añadido Vestager.
Illumina y Grail incumplieron "consciente" e "intencionadamente" sus obligaciones durante la investigación en profundidad de la Comisión Europea, ha considerado Bruselas. Se trata de una infracción "sin precedentes" y "muy grave" que "socava el funcionamiento efectivo del control de concentraciones en la UE", ha justificado el Ejecutivo comunitario la imposición de multas.
Bruselas ya había puesto el foco en las tácticas dilatorias puestas en marcha por Illumina para evitar que la Comisión Europea se pronuncie sobre si la mayor empresa de secuenciación genómica del mundo debe desprenderse de Grail.
Si la adquisición fue anunciada en 2020, en julio de 2021 la Comisión Europea abrió una investigación en profundidad para, dos meses más tarde, bloquear la operación. Consideró que tendría repercusiones en la competencia, que restringiría la innovación y las posibilidades de elección de pruebas de detección precoz de cáncer a través de análisis de sangre.
Sin embargo, ya en agosto de ese año y antes de que Bruselas hubiera cerrado su investigación, Illumina anunció públicamente que había completado la adquisición de la startup. Se zanjaron todos los papeleos necesarios y se abonó a los accionistas las cuantías correspondientes por sus títulos de Grail. Una actuación que llevó a la Comisión Europea a presentar un pliego de cargos ante ambas empresas por ejecutar la concentración antes de que el Ejecutivo comunitario concluyera su análisis e investigación.
Bruselas ha concretado en su argumentario que Illumina valoró "estratégicamente" el riesgo de una multa por no esperar al análisis de la autoridad de Competencia comunitaria. Sopesó entre esta opción o tener que pagar una prima elevada si no adquiría Grail. Según la Comisión Europea, la compañía estadounidense también evaluó los beneficios potenciales de saltarse el procedimiento de Competencia, aunque en última instancia se viera obligada a desinvertir en la startup. Posteriormente, cerró un acuerdo mientras el Ejecutivo comunitario estaba investigando una operación que, finalmente, prohibió.
"Se trata de una infracción muy seria, que requiere la imposición de una multa proporcionada, con el objetivo de detener esta conducta", ha considerado Bruselas.
Por su parte, Grail estaba al tanto de sus obligaciones y "jugó un rol activo en la infracción". Una acción que la Comisión Europea ha ejemplificado con la adopción de las medidas legales para permitir la transacción a sabiendas de la investigación que el Ejecutivo comunitario tenía en marcha.
Sin embargo, Bruselas ha decidido imponer una sanción simbólica de 1.000 euros a Grail ya que es la primera vez que multa a una empresa adquirida por saltarse el proceso comunitario de autorización de una operación.