Salud Bienestar

En España los niños consumen más del doble de azúcar de lo recomendado por la OMS

  • El 65% de los azúcares añadidos proceden de productos con baja densidad nutricional (bollería, cacao, bebidas azucaradas,...)

Los niños españoles consumen 55,7 gramos de azúcares añadidos al día. En otras palabras, toman más del doble de lo recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) que es 25 gramos al día. Estos son datos de un estudio realizado por el Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos (INYTA), de la Universidad de Granada publicado en la revista científica "Nutrients".

La investigación revela que el consumo medio de azúcares añadidos en la población infantil de España se encuentra muy por encima de las recomendaciones de la OMS. El 65% de estas sustancias proceden de alimentos o productos con baja densidad nutricional, por ejemplo, el azúcar blanco mermeladas, salsas, golosinas, cacao en polvo, refrescos, helados, galletas, néctares de fruta, pastelería y bollería industrial, barras de chocolate, bizcochos y repostería casera, bebidas energéticas y/o para deportistas. El 35% restante procede de productos con mayor densidad nutricional (postres lácteos, bebidas vegetales y yogures azucarados o saborizados; y de densidad alta, batidos envasados con al menos un 90 por ciento de leche, cereales de desayuno y leches infantiles enriquecidas).

Alimentos buenos y malos

El estudio indica qué alimentos contienen demasiados azúcares añadidos y, por tanto, se deben excluir de la dieta. La leche y los derivados lácteos son un alimento importante en la alimentación de los niños ya que no aportan añadidos y es un alimento de una elevada densidad de nutrientes. "Si no fuese por la leche, difícilmente alcanzaríamos la ingesta recomendada de algunos nutrientes, entre ellos calcio y vitamina D de la población española", afirma el catedrático de Fisiología del Instituto de Nutrición y Tecnología de Alimentos "José Mataix Verdú" en la Universidad de Granada y uno de los autores del estudio, Jesús Francisco Rodríguez Huertas. Sin embargo, esta tiene una estrecha relación con el cacao el cual contiene azúcar añadido. Este debe reducirse poco a poco "para acostumbrar a los niños a sabores menos dulces".

Otros productos que se deberían eliminar o reducir en la dieta son "la bollería industrial, galletas, cacao en polvo, barritas de chocolate o golosinas", indica la catedrática del departamento de Bioquímica y Biología Molecular del Instituto de Investigación Biosanitaria de Granada y una de las autoras del estudio, María Dolores Mesa-García. Asimismo, las elaboraciones caseras, por ejemplo un bizcocho, también poseen una gran cantidad de azúcares añadidos pese a no ser de fabricación industrial. "Parece que lo que tenemos en casa y nosotros hacemos es más saludable. Pero si le estamos añadiendo azúcar, por mucho que se lo estemos poniendo nosotros, es azúcar añadido", detalla Mesa-García.

Los expertos también censuran las bebidas azucaradas que a veces "se toman como si fueran agua". Este hecho preocupa a los profesionales porque apenas tienen nutrientes. Lo mismo ocurre con las isotónicas. "Los niños no tienen por qué tomar este tipo de bebidas porque para la práctica deportiva que suelen realizar, el tiempo empleado y la intensidad, bastaría con agua normal, agua embotellada o agua de grifo", explica la catedrática.

En la otra cara de la moneda, son recomendables la fruta y todos aquellos productos que contienen azúcares libres, es decir, los que están presentes de forma natural en los alimentos. Asimismo, los zumos (no los néctares) entran en esta lista. De igual importancia, los expertos recalcan que se debe hacer una distinción con aquellos productos que contienen azúcares añadidos pero también otros nutrientes, por ejemplo, los cereales del desayuno, los batidos con al menos un 90% de leche o las bebidas vegetales. En este caso, deben reducirse.

Los números de sobrepeso infantil y obesidad en España son preocupantes. Si a esto le añades que los azúcares añadidos tienen un impacto negativo sobre la salud de los niños y mayores ya que contribuyen significativamente a la obesidad y, por tanto , a la población obtienes la fórmula perfecta. Ante este problema, Rodríguez Huertas reclama medidas para "incorporar al etiquetado la cantidad de azúcares añadidos si realmente queremos intervenir nutricionalmente para prevenir muchas de estas enfermedades".

De la misma manera, María Dolores Mesa-García, reclama a la Administración la regulación de los azúcares añadidos que se incorpora en los alimentos y que la industria reformule este tipo de productos como el cacao o la bollería para que contengan menos azúcar. En otras palabras, pide que se haga lo mismo que se hizo con la sal que se ha ido regulando para bajar progresivamente. "El pan hace unos años tenía mucha más sal que la que tiene ahora. Y no nos hemos enterado porque se ha ido regulando y se ha hecho muy bien y se ha ido regulando poco a poco la bajada", indica.

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