Salud Bienestar

Sanidad: un sector feminizado que lucha para eliminar la desigualdad de género

  • La profesión de enfermería y farmacia están protagonizadas mayoritariamente por mujeres

En sanidad trabajan hombres y mujeres, pero sus caminos han sido diferentes. A lo largo del tiempo, médicas, enfermeras y farmacéuticas han tenido que luchar e ir rompiendo techos de cristal para hacerse un hueco en la profesión. A pesar de haber avanzando y de que varias de las profesiones estén protagonizadas por mujeres, todavía siguen sufriendo situaciones de desigualdad de género.

Las primeras mujeres en desempeñar la Medicina tuvieron que disfrazarse de hombres para no sufrir los castigos que imponían las leyes a toda aquella dama que osara a tener tal atrevimiento. Después, cuando se permitió que la población femenina practicara la Medicina se especializaron sobre todo en Ginecología y Pediatría. A pesar de tal avance, las médicas siguieron sufriendo discriminación y comparación de su trabajo con el de los hombres.

"Cuando estaba haciendo la residencia, muchas veces por el hecho de ser mujer directamente te pedían la cuña y pasaba el auxiliar por ahí y creían que el era el doctor", afirma Alicia Martín López, delegada de ambientes médicos de familia de Amyts. También menospreciaban el trabajo de las mujeres por el hecho de estar embarazadas o por ser jóvenes.

Estas situaciones siguen dándose en la actualidad, a pesar de que cada vez los casos son menores y se va eliminando esta desigualdad. "Cada vez hay más mujeres y eso facilita que junto con los demás aspectos que se están impulsando los techos de cristal tiendan a desaparecer cada vez más en nuestro ámbito", explica Martín López.

Por otro lado, en la profesión de la medicina cada vez más se prima más la excelencia y el buen hacer independientemente del género. Además, el número de mujeres en el sector cada vez es mayor y hay muchas catedráticas en universidades y muchos hospitales y centros de salud donde los jefes de servicio son mujeres.

Esta no es la única profesión que vive estas situaciones. La enfermería está protagonizada principalmente por mujeres. En concreto, representan al 84,2% de la profesión. Ellas experimentan a diario en su puesto de trabajo las consecuencias del patriarcado por "el mero hecho de ser mujeres", según el Consejo General de Enfermería de España.

María, quién prefiere mantenerse en el anonimato, pertenece al grupo de enfermeras que han vivido la discriminación en su piel. "He tenido situaciones dentro de mi jornada laboral en las que, por ejemplo, los pacientes me han llamado chica, guapa o incluso se han agachado para intentar tocarme el culo", denuncia. "Eso a mis compañeros nunca les hubiera ocurrido", añade.

Las mujeres que trabajan en sanidad son las que más agresiones tanto físicas como verbales sufren. De hecho, las enfermeras y enfermeros se encuentran en el puesto número uno de la lista. Los estereotipos sexuales y retrógrados han aumentado en los últimos años. De hecho, esta práctica es denunciada por nueve de cada diez enfermeras en España. "Simplemente por la composición del cuerpo, nos ven más frágiles y piensan que pueden hacernos daño", afirma la enfermera

Además de los comentarios y acciones que reciben, hay que añadir otro punto más. Según explica María, hay veces en las que por ser mujer y joven los pacientes piensan que "no tenemos los suficientes conocimientos para ejercer dicha profesión y buscan una figura masculina".

También, otra desigualdad que actualmente sigue existiendo, pero cada vez se está rompiendo más es el ratio de mujeres en los puestos de mando. Anteriormente, ocupaban ese trabajo más hombres que mujeres, pese a la feminización de la profesión. A este hecho hay que añadir la problemática actual de que a las enfermeras no se les reconoce el A1 por lo que no pueden acceder a puestos directivos.

En la otra cara de la moneda, la farmacia a lo largo del tiempo ha sido una profesión en la que las protagonistas han sido las mujeres. A día de hoy, siete de cada diez farmacéuticos colegiados son mujeres. En otras palabras, hay 56.173 profesionales femeninas, es decir, el 71,9% atendiendo en las boticas españolas.

Esta es la tercera profesión sanitaria con mayor representación de mujeres. "Siempre ha sido una profesión en la que ha habido mayoría de mujeres frente a hombres y muy respetada", afirma la farmacéutica María Cruz Sierra. Ella explica a este medio que durante su carrera profesional no ha vivido ningún altercado tanto con los pacientes como con sus compañeros. "En general cuando un paciente entra en la farmacia es porque viene buscando una solución a su problema y nunca nos han ninguneado, menospreciado o valorado menos la recomendación porque provenga de una mujer", detalla Sierra.

Ante estos hechos, las profesionales de la salud piden soluciones. Creen que hay que cambiar la mentalidad y para ello hay que empezar desde la infancia, en la adolescencia, en la escuela y en la universidad. En otras palabras, en todos los contextos y en la sociedad hay que hablar de igualdad de género.

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