
En los tiempos que corren, las personas que trabajan durante largas jornadas, comiendo en sus puestos y sin tiempo para nada más durante el día, son glorificadas como si no existiese nada mejor. Algunos ejemplos que muestras este mensaje se pueden encontrar en las redes sociales, en la proliferación de los pluriempleados (especialmente desde la pandemia) y con aquellos ejecutivos que presumen de trabajar durante 100 horas a la semana.
Elon Musk es uno de los máximos exponentes de aquellas personas que aseguran que se debe llevar la 'cultura del esfuerzo' a otro nivel. En 2018, el magnate estadounidense aseguró dedicar 120 horas semanales al trabajo. Teniendo en cuenta que una semana completa tiene 168 horas, ello implicaría trabajar de lunes a domingo durante todo el día, y dedicar menos de 7 horas diarias al sueño.
Para muchas personas esto es encomiable, mientras que para otras puede significar un infierno, o simplemente la muestra de la adicción de Musk con el trabajo. "Nadie ha cambiado nunca el mundo con 40 horas semanales", dijo en Twitter en 2018. Con respecto a la pregunta de las horas necesarias para poder ser alguien "decisivo", el mismo dijo que "varía según cada uno, pero alrededor de 80 horas sostenidas, llegando a veces a las 100. Los niveles de dolor aumentan exponencialmente a partir de 80 horas".
Los beneficios de descansar en el trabajo
Una investigación de 2020 asegura que aumentar el tiempo dedicado a descansar en los días laborales previene del agotamiento, pero también puede aumentar la creatividad, ayudar a mantener la concentración y volver el tiempo dedicado a reuniones y tareas más eficiente.
"El descanso es un componente esencial del trabajo inteligente y saludable", explicaba a la revista Greater Good el autor Alex Soojung-Kim Pang. Por su parte, la consultora de recursos humanos LaShawn Davis comentaba que: "El descanso es productivo. No solo se trata de lograr resultados, sino de conseguir los mejores posibles, y es imposible dar lo mejor de uno mismo si no se descansa adecuadamente".
Para la misma, quienes priorizan el descanso aparecen en el trabajo con más energía, centrados y preparados para afrontar todo potencial desafío. Pang dice que aunque el cerebro descanse, sigue manteniendo actividad en su interior, adquiriendo una predisposición a resolver problemas, a pensar creativamente y a buscar nueva información. "Puede que no seamos capaces de controlar esos procesos al completo, pero al aprender a descansar mejor, podemos apoyarlos y dejarlos funcionar", añade.
Una propuesta para descansar mejor
Tomarse unas vacaciones de una semana, o echarse una siesta entre reuniones o tareas, son opciones poco realistas pues no siempre pueden cumplirse. Entonces, Davis propone realizar dos cambios en la jornada laboral: tomarse un descanso de 15 minutos por cada 4 horas de trabajo, y realizar un parón de una hora para comer.
"Busca maneras de añadir diversión a tu día o haz algo pequeño que te alegre, sea pasear, llamar a un amigo o leer un capítulo de un libro que te interese... aunque solo sea durante 15-20 minutos", asegura la psicóloga Laura Pendergrass, que aconseja a algunas compañías miembros de Fortune 500. La misma añade que "esas actividades pequeñas y sosegadas pueden hacer mucho para que recargues las pilas".
Davis también menciona incluir pequeñas "metas de descanso", como planear al menos una tarde libre de reuniones a la semana. Todo lo que se pueda hacer por mantenerse responsable de encontrar tiempo de descanso, como añadir una alerta recurrente o hablar sobre ello con el superior, merece la pena, según la misma. "No hay nada que preguntar, no existen pagos ni proyectos más importantes que tú y tu bienestar. No comprometas tu descanso ni tu salud por un puesto de trabajo", sentencia la misma.