
Ocho de cada diez españoles han consumido hipnosedantes y opioides con o sin receta alguna vez en su vida, según la última Encuesta Sobre Alcohol y Drogas en España (EDADES), realizada por el Ministerio de Sanidad. Además, alrededor del 18% de los pacientes a los que se le receta un medicamento de esta clase llevan a cabo un uso inadecuado. La toma de este tipo de fármacos va en aumento y en 2022 ha registrado su máximo histórico llegando al 23,5% de prevalencia.
En concreto, el 8,2% de los pacientes indican haber consumido hipnosedantes y el 8% opioides un menor tiempo que el indicado por el médico. Además, un 8,6% (hipnosedantes) y el 7,1% (opioides) afirma que ha llevado a cabo un menor consumo que la dosis indicada por el sanitario, mientras que el 2,4% ha consumido más de lo que pautaba.
Las sustancias más consumidas en los últimos 12 meses en España, según el informe, son el alcohol (76,4%), el tabaco (39%), los hipnosedantes (13,1%), el cannabis (10,6%) y la cocaína (2,4%). Los expertos indican que los hipnosedantes son un grupo de psicofármacos depresores del Sistema Nervioso Central con efectos ansiolíticos y sedantes. Estos se empiezan a consumir a partir de los 35 años de media. De hecho, el 13,7% de los ciudadanos de 15 a 34 años los han tomado con o sin receta en alguna ocasión. Además, la proporción se incrementa hasta el 28,2% entre los 35 y 64 años. En los últimos 12 meses, 713.000 personas han iniciado el consumo de hipnosedantes.
Tal y como indica la encuesta, las mujeres (16%) consumen en mayor medida más este psicofármacos que los hombres (10,3%). Es el único caso en el que se registra una mayor prevalencia entre la población femenina que la masculina. No obstante, los varones empiezan a tomarlos antes, es decir, cuando son más jóvenes.
Los opioides se definen como un tipo de fármaco que reduce el dolor. Los opioides recetados pueden recetarse para el dolor moderado a intenso. El 15,8% de los españoles de 15 a 64 años afirma haber consumido analgésicos opioides con o sin receta en alguna ocasión. Al igual que sucede con los hipnosedantes, el consumo de este tipo de fármacos está más extendido entre las mujeres (7,9%) que entre los hombres (5,8%), aumentando en ambos grupos su prevalencia a medida que van envejeciendo.
Entre las razones que han motivado el inicio de consumo de los analgésicos opioides destacan el intento de mitigar el dolor agudo en hombres (56,1%) y en mujeres (56,8%); y el crónico en la población femenina (28%) y masculina (21,6%). También empiezan a tomarse después de que el médico lo recete después de una cirugía (hombres 27,8% y mujeres 20,1%).
Por otro lado, la codeína y el tramadol son los analgésicos que presentan una mayor prevalencia de consumo entre la población. No obstante, en los últimos años su consumo ha disminuido a favor del Fentanilo y otros opioides como la oxicodona, hidromorfona, petidina, tapentadol, metadona y buprenorfina.