
Luois Pasteur revolucionó la microbiología y dio los primeros pasos para que posteriormente científicos de todo el mundo le siguiesen y presentasen sus investigaciones. En 2022 se cumplen 200 años del nacimiento del científico, químico, matemático y bacteriólogo francés que descubrió la pasteurización y desarrolló las vacunas, entre otros muchos hitos. "Estoy absolutamente convencido de que la ciencia y la paz triunfan sobre la ignorancia y la guerra", dijo el investigador.
Pasteur no siempre se inclinó por el camino de la ciencia, sino que le atraía más la pintura e incluso quería dedicarse profesionalmente a ello. Quién sabe, a lo mejor habría acabado siendo como Paul Cézanne o Camille Pissarro. Sin embargo, su padre le obligó a seguir con sus estudios y se licenció en ciencias. Sus descubrimientos tuvieron una enorme importancia en diversos campos de las ciencias naturales, sobre todo en la química y la microbiología.
A lo largo de su carrera, su mente científica le llevó a profundizar en las dudas que le planteaban sus estudios y fue encadenando investigación con investigación durante toda su vida. Gracias a su interés por los microorganismos empezó a investigar la fermentación. Los científicos del siglo XIX pensaban que esta era un proceso químico y que no requería la intervención de ningún organismo. Con la ayuda de su microscopio, Pasteur halló que en realidad intervenían dos organismos y que si los calentaba (acción que la industria rechazó al principio) era muy probable que se eliminasen y así evitar que alimentos como los lácteos se estropeasen. A día de hoy, esta técnica se sigue utilizando y garantiza la seguridad de varios alimentos.
Todo esto le llevó a averiguar que los microorganismos no se forman espontáneamente, es decir, que todo ser vivo procede de otro ser vivo anterior. Refutó la teoría de generación espontánea. Este principio fue la base para desarrollar la teoría germinal de las enfermedades infecciosas. El científico fue contactado por el gobierno francés para resolver la causas de la enfermedad de los gusanos de seda del sur de Francia. La investigación duró cuatro años y entre ensayo y error descubrió que muchas enfermedades son provocadas por microorganismo.
Sus investigaciones le llevaron a desarrollar la primera vacuna desarrollada en un laboratorio. Esta iba dirigida a controlar el cólera aviar, enfermedad que se cobró la vida de 500 personas en un escaso radio de 200 metros de la calle Broad de Londres en 1854. De hecho, el suero fue descubierto de forma accidental.
Con el objetivo de conocer el modo de transmisión de la bacteria causante del cólera aviar, Pasteur inyectaba bacterias vivas de la enfermedad en pollos. El científico le encargo a su ayudante Charles Chamberland que antes de irse de vacaciones inoculase el virus en los animales, pero se le olvidó y lo hizo después de un mes inyectando bacterias que había quedado debilitadas por el contacto con el aire. Este despiste hizo que los pollos desarrollasen síntomas muy leves y sobrevivieran. Después, el científico francés les volvió a administrar las bacterias y ya no enfermaban. Ya no era necesario buscar bacterias adecuadas para las vacunas sino que los propios virus podían ser debilitados y utilizados para la vacunación.
Su carrera no terminó con esta investigación sino que siguió con la búsqueda de una vacuna para la rabia. Para desarrollarla, inyectó muestras de tejidos infectados extraídos de conejos. Durante su estudio, un niño fue mordido por un perro que padecía la rabia. En ese momento, el suero solo había sido probado en varios perros. Pasteur no era médico por lo que si le trataba con una vacuna sin haberse probado de manera suficiente podía acarrear un problema legal. No obstante, tras consultar con sus colegas decidió inyectar su vacuna al adolescente salvándole la vida. El tratamiento fue un éxito ya que no solo sobrevivió, sino que además nunca desarrolló la rabia.
Por otro lado, también contribuyó a la higiene en las operaciones. Indicó a los cirujanos que el instrumental quirúrgico debía esterilizarse justo antes de ser utilizado y que había que limpiar las heridas con disoluciones de ácido carbólico. Como guinda del pastel a su carrera profesional, el científico francés creó el Instituto Pasteur en París, una asociación dedicada a estudiar las enfermedades infecciosas y que en la actualidad es un referente mundial.
A lo largo de los años, han ido apareciendo diferentes virus que han hecho saltar las alarmas en la sociedad. El más reciente de ellos, el Coronavirus. La forma de luchar contra este es la vacunación. De hecho, ahora se cumplen dos años desde que se inoculo la primera dosis en la campaña de vacunación contra el Covid 19 en España. Actualmente 104 millones de sueros han sido inyectados a más de 39 millones de personas mayores de 12 años, según datos del Ministerio de Sanidad.
A día de hoy, las vacunas junto con los medicamentos son la herramienta que tiene la sociedad para luchar contra las bacterias y virus, además de la higiene. En el hipotético caso de que Pasteur, y otros investigadores antes que el, no hubiesen puesto su granito de arena en este aspecto, ¿cree que se conocería tal y como es hoy la salud pública o sería diferente?