
La farmacéutica catalana Almirall ha conseguido la aprobación de la Unión Europea para su tratamiento contra la dermatitis atópica. El medicamento llegó a la cartera de la compañía en verano de 2019, tras llegar a un acuerdo con la estadounidense Dermira, dueña entonces de la molécula.
Fruto de aquel contrato, la familia Gallardo desembolsó 50 millones de dólares, que sumados a los 30 para reservase la opción de licencia sumaron 80 millones. Sin embargo, esta cifra es solo la mitad del montante total que tendrá que abonar Almirall. Una vez superada la fase regulatoria (el sí de la Agencia Europea del Medicamento), Almirall tendrça que abonar otros 85 millones en el momento en el que se consuma la primera venta comercial. Eso sí, el destinatario de este último pago será Lilly, ya que esta compañía compró Dermira a comienzos de 2020.
Almirall explotará el mercado europeo mientras que Lilly hará lo propio en el resto del mundo. El volumen de negocio del medicamento en Europa ronda los 450 millones anuales en el pico de ventas.
"Este marca el primer paso del proceso regulatorio en Europa de lebrikizumab, un producto que creemos que tiene el potencial de convertirse en un tratamiento best in class para la dermatitis atópica. Tras la aprobación de la EMA, los pacientes con dermatitis atópica tendrían a su disposición una nueva opción de tratamiento con un perfil de seguridad y eficacia favorable. En Almirall, seguimos trabajando para la comercialización de este potencial tratamiento innovador", dice la compañía.