
La llegada de la primavera suele provocar cambios en el organismo que favorecen la aparición de alergias y el aumento de la fatiga. Las altas temperaturas registradas en Semana Santa, junto con las lluvias posteriores y la llegada de periodos intermitentes de mucho calor han propiciado que aumente la demanda de fármacos (antihistamínicos) y artículos destinados a paliar los efectos de la alergia en un 37% con respecto al mismo periodo del año anterior, según el último informe publicado por Alliance Healthcare sobre tendencias en las oficinas de farmacia españolas.
Entre los medicamentos que han notificado un incremento de ventas se encuentran los productos antihistamínicos de venta libre (OTC, por sus siglas en inglés), con un crecimiento del 37% en unidades y del 39% en valores en abril. En el primer cuatrimestre del año el registro fue un 17% menor, tanto en unidades como valores. El aumento de las actividades, como consecuencia de la relajación de las restricciones, ha propiciado que los ciudadanos se expongan más a virus o sustancias que provoquen alteraciones de carácter respiratorio, nervioso, inflamatorio o eruptivo.
La demanda y la venta de test de antígenos en oficinas de farmacia también experimentó un aumento durante el pasado mes de abril. La relación que guardan algunos síntomas del Covid-19 con las alergias, como la secreción nasal, estaría detrás de esta mayor demanda. La tendencia al alza se ha mantenido durante la primera quincena de mayo, registrando un incremento de los pedidos en un 60% con respecto a mitad de abril.
Las enfermedades alérgicas por pólenes afectan a más de ocho millones de personas, según datos de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC). Un ritmo de vida acelerado, junto con la subida de las temperaturas y horas de luz, o el cambio de rutinas con la llegada del buen tiempo, puede favorecer la aparición de trastornos osteoarticulares, fatiga o alteraciones emocionales.
Esta sensación de debilidad, falta de vitalidad generalizada o cansancio puede estar asociada con la astenia propia de estos meses, que en primavera puede afectar a una gran parte de la población. Durante la temporada de verano, según los últimos datos proporcionados por la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN), el cansancio y la fatiga afectan al 73% de la población.