
Las mutaciones son el mecanismo por el cual un virus, en este caso el SARS-CoV-2, se mantiene vivo. Así, desde que comenzó la pandemia, se han detectado mediante la secuenciación genómica multitud de variantes y subvariantes.
En la última actualización de la situación epidemiológica de las variantes, publicada por el Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES) el pasado 23 de mayo, se explica que la variante Ómicron sigue siendo la predominante en España (supone el 99,4 % de las muestras aleatorias analizadas).
Dentro de esta variante, el linaje BA.2 ha sido detectado en porcentajes que oscilan entre el 74,5 % y el 100 %, variando en función de las distintas comunidades autónomas. Según pronostican los expertos en el citado en informe, es probable que los linajes BA.4 y BA.5 desplacen a BA.2 en las próximas semanas en Europa, dado que presentan "cambios antigénicos" que les confieren "una ventaja de crecimiento gracias a un mayor escape inmune".
No es más grave
También, el informe pone el foco en un sublinaje de BA.2 recientemente detectado: el BA.2.12.1. "En Estados Unidos está mostrando un ritmo de crecimiento superior al del resto de linajes en dicho país". Según un informe semanal del Centro chino para el Control y la Prevención de Enfermedades, esta subvariante es hasta un 27 % más contagiosa que la ómicron BA.2. Del mismo modo, esta subvariante representa el 57 % de los nuevos contagios en EE. UU., según los datos del CDC.
No obstante, y según informa el organismo español, "hasta el momento no se han observado diferencias en la gravedad de los casos para ninguno de estos linajes", aclara el informe.
Según los datos recogidos por el CCAES, en las últimas cuatro semanas analizadas se han detectado dos casos correspondientes a la subvariante BA.2.12.1. (en total, se secuenciaron 1449 muestras). "Aunque en niveles muy bajos (inferiores al 2 %), en las últimas semanas se han notificado algunas secuencias correspondientes a los linajes BA.2.12.1, BA.4 y BA.5", precisa el análisis.