Nuevos adelantos para luchar contra las enfermedades del corazón. Una reciente investigación está trabajando en el método de suministro de material genético al cuerpo para reparar el músculo cardíaco dañado después de un infarto. Las vacunas de ARN mensajero (ARNm) contra el Covid-19 utilizan nanopartículas lipídicas (diminutas gotas de grasa) para suministrar ARNm a las células del organismo. Este ARNm da instrucciones a las células para que fabriquen una proteína de espiga falsa que limite la proteína del virus causante del Covid-19. A continuación, el cuerpo responde a través de anticuerpos.
El reciente estudio, presentado en el congreso "Frontiers in CardioVascular Biomedicine" 2022 de la Sociedad Europea de Cardiología (ESC), ha utilizado un método similar, pero en vez de buscar una respuesta inmunitaria, el objetivo de los investigadores ha sido instruir a las células del corazón para que se reparen a sí mismas después de un infarto. Esta investigación preliminar se llevó a cabo para determinar si el ARNm podía administrarse con éxito al músculo cardíaco en nanopartículas lipídicas.
Los expertos inyectaron diferentes formulaciones en la pared ventricular izquierda del corazón de ratones durante una operación a pecho abierto bajo anestesia general. Un día después de la administración, comprobaron que el ARNm llegaba con éxito a las células del corazón. A pesar de la inyección en el corazón, los niveles más altos de traducción del ARNm se encontraron en las células del hígado y el bazo.
La doctora autora del estudio, Clara Labonia, del Centro Médico Universitario de Utrecht (Países Bajos), concluye que "se esperaba una expresión elevada en el hígado, ya que metaboliza las nanopartículas lipídicas. Sin embargo, fue alentador ver que había traducción de ARNm en el tejido cardíaco, lo que significa que las nanopartículas lipídicas podrían funcionar como sistemas de entrega para la terapia de ARNm". El siguiente paso de esta investigación es probar más formulaciones y elegir la que se dirija con mayor eficacia al tejido cardíaco".
Las enfermedades cardiovasculares (ECV) son la primera causa de muerte en España y en el resto del mundo. Según los últimos datos aportados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), el grupo de enfermedades del sistema cardiovascular se mantuvo como la primera causa de muerte en España en 2020 con un total de 119.853 fallecidos.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) indica que la mayoría de las ECV pueden prevenirse actuando sobre factores de riesgo comportamentales, como el consumo de tabaco, las dietas malsanas y la obesidad, la inactividad física o el consumo nocivo de alcohol, a través de estrategias que abarquen a toda la población. La detección precoz y el tratamiento temprano, gracias a los servicios de orientación y a la administración de fármacos, son puntos fundamentales para reducir las cifras de fallecimientos por esta causa cada año.
