
Sin tiempo para acudir al gimnasio, sin ganas de practicar deporte al aire libre ante las altas temperaturas que se prevén para los próximos días o con mucha pereza de salir de la cama para ejercitar nuestro cuerpo. Lo cierto es que, sin importar la época del año, siempre hay una excusa.
Y, aunque algunas veces es válida, en otras circunstancias no tiene ninguna cabida. De hecho, hay alternativas fáciles a estos modelos de vida y ritmos tan ajetreados: caminar. No requiere estar en plena forma física, es sencillo -y económico- integrarla en el día a día y tiene muchos beneficios para la salud.
Aspectos positivos
Entre ellos, cabe destacar los siguientes, según varios expertos:
- Mejora nuestra calidad de vida.
- Nos ayuda a sentirnos mejor con nosotros mismos.
- Nos ayuda a conciliar mejor el sueño, descansando plenamente y durmiendo mejor.
- Reduce nuestros niveles de estrés considerablemente.
- Ayuda a controlar nuestro peso corporal.
- Aumenta la resistencia ósea y reduce el riesgo de padecer osteoporosis.
- Mejora la memoria y reduce el riesgo de sufrir demencia.
- Mejora la presión arterial, la glucemia y los niveles de colesterol en sangre.
En profundidad
También, por supuesto, ganaremos calidad de vida y retrasaremos el envejecimiento unos diez años, aproximadamente, de acuerdo a la información proporcionada por un estudio publicado en el 'British Journal of Sports Medicine' que generó algo de polémica en las redes sociales.
Más concretamente, los investigadores examinaron exhaustivamente datos de la Encuesta Nacional de Examen de Salud y Nutrición (2003-2006), que registraba información acerca de toda la actividad física de estadounidenses mayores de 40 años a través de rastreadores durante días.
Más tarde, juntaron esta información con estadísticas del Censo de 2019 y datos de mortalidad de 2017. Gracias a ello, sí que consiguieron predecir el impacto de diversos niveles de caminata en la longevidad y sacaron una conclusión: cambios muy pequeños en la rutina pueden suponer un antes y un después en la salud y en la longevidad.
A tener en cuenta
Por si esto fuera poco, la investigación desveló que caminar 160 minutos diarios a 5km/h podría aumentar la esperanza de vida hasta los 84 años, en comparación con el promedio de 78,6 años. O lo que es lo mismo, las personas activas tendrían una vida más longeva.
En cambio, aquellos que tienen los niveles más bajos de actividad física podrían perder hasta seis años de vida. No obstante, lo verdaderamente sorprendente es que si estos individuos caminan solo 111 minutos más al día -menos de dos horas al día-, su esperanza de vida podría aumentar hasta 11 años.