Belleza

Cinco claves para conocer la impronta de Giorgio Armani en el mundo de la moda: del traje femenino al minimalismo como declaración

Giorgio Armani

El fallecimiento de Giorgio Armani (91 años) deja un profundo vacío en el mundo de la moda, que guardará su impronta para la posteridad. El legado del italiano no cabe en vitrinas ni en unas pocas líneas, ya que su influencia en esta industria cambió incluso la forma en la que se definía la elegancia. El diseñador nos enseñó que un traje podía ser ligero, que una mujer podía conquistar con sobriedad, que la moda podía dialogar con el cine, el deporte y el diseño sin perder coherencia. Fue, en definitiva, un arquitecto de la elegancia, que construyó un puente entre la tradición y la modernidad, y que convirtió la sobriedad en la forma más sublime del lujo. A continuación, cinco claves de la obra de Armani para conocer su aportación a un sector que no le olvidará.

El traje desestructurado: libertad hecha sastrería

En 1975, cuando fundó su casa, Armani rompió con la rigidez de la sastrería tradicional. Desarmó las hombreras, aligeró forros y liberó las siluetas. El resultado: un traje fluido, moderno, que acompañaba al cuerpo en lugar de aprisionarlo. Esta innovación no solo sedujo a ejecutivos y actores, sino que se convirtió en símbolo de un hombre más relajado, cosmopolita y seguro de sí mismo.

El poder traje también para ellas

En los años 80, Armani ofreció a las mujeres lo que hasta entonces parecía un terreno exclusivo masculino: la autoridad del traje. Pero lo hizo sin restar feminidad, diseñando chaquetas suaves, pantalones impecables y paletas neutras que hablaban de poder con sutileza. Sus trajes fueron el uniforme de toda una generación de ejecutivas que querían entrar a la sala de juntas con la misma seguridad que a una pasarela.

Hollywood se rindió a sus pies

Si la moda es espectáculo, Armani supo entenderlo antes que nadie. Richard Gere en American Gigolo (1980) fue su carta de presentación mundial: un guardarropa que convirtió al traje en sinónimo de deseo y estatus. Desde entonces, Armani se convirtió en el aliado predilecto de Hollywood. De Los intocables a El caballero oscuro, su firma aparece tanto en la gran pantalla como en las alfombras rojas, vistiendo a estrellas con discreta perfección.

El minimalismo como declaración

Frente al exceso y la ostentación de otras casas italianas de su época, Armani eligió la pureza. Colores piedra, marinos, beiges y negros dominaron sus colecciones, dejando que la forma y la caída de la tela hablasen por sí solas. Ese minimalismo elegante fue su sello: sobriedad con intención, un lujo silencioso que no necesitaba alardes.

También en los terrenos de juego

Su visión alcanzó también a terrenos insospechados: desde vestir al Olimpia Milano de baloncesto hasta diseñar los uniformes de la selección italiana en los Juegos Olímpicos. Armani hizo que incluso la ropa deportiva respirara sofisticación. Y, en paralelo, consolidó la práctica de vestir sistemáticamente a celebridades en premios como los Oscar, práctica que hoy es parte indiscutible de la cultura pop.

WhatsAppFacebookTwitterLinkedinBeloudBluesky