La neurociencia lleva décadas investigando la relación entre el cerebro y el resto del cuerpo. Uno de sus objetivos es entender cómo funciona, cómo se desarrollan los procesos mentales y cómo se relacionan con el comportamiento, la emoción, la percepción, o el aprendizaje. "El cuerpo sabe lo que la mente aún no se ha dado cuenta", decía el famoso neurocientífico Antonio Damasio, pionero en hablar la teoría del marcador somático para poner nombre a esas sensaciones físicas —un nudo en el estómago, una tensión en el pecho— que guían muchas de nuestras decisiones sin que seamos del todo conscientes. De ahí que cultivar la consciencia corporal sea fundamental para nuestro bienestar.
Sayuri Kakeyama, fisioterapeuta japonesa, ha llevado un paso más allá estos conocimientos al relacionarlos con la estética, y ha creado el método Utukushi Face, una revolución natural basada en la postura, la neurociencia y la belleza, que promete transformar el rostro desde el interior sin cirugía, sin aparatos y sin ejercicios faciales forzados. Una filosofía que fusiona ciencia, tradición y autocuidado consciente.
Una nueva forma de entender la belleza: rostro, postura y cerebro
Sayuri descubrió esta conexión tras una larga trayectoria profesional como fisioterapeuta y una lucha personal con su propia imagen. Tras atender a más de 10.000 personas y experimentar ella misma la frustración de no sentirse a gusto con su rostro, desarrolló un enfoque que une sus raíces japonesas, la neurociencia y el respeto profundo por el cuerpo.
"El rostro es el reflejo de cómo nos movemos, de cómo respiramos, incluso de cómo pensamos. No se trata de hacer más, sino de reaprender a habitar nuestro cuerpo", explica la fisioterapeuta. Utukushi Face se basa en un principio esencial: las expresiones faciales, la flacidez, las arrugas o la asimetría no son solo cuestiones estéticas, sino consecuencias directas de la postura corporal, el uso del sistema nervioso y los hábitos aprendidos.
El programa se estructura en tres etapas progresivas durante dos meses y medio, con resultados visibles desde la primera semana. A diferencia del yoga facial, no se basa en ejercicios musculares aislados, sino en una transformación de raíz: cambiar hábitos para rediseñar las expresiones.
La rigidez de tus hombros podría ser la causa de la flacidez de tu rostro
Una de las ideas más llamativas del método —y que ha generado impacto en sus redes sociales— es la relación directa entre la rigidez de hombros y la flacidez facial. ¿Cómo puede afectar algo tan aparentemente ajeno al rostro? Según Sayuri, mantener una mala postura durante horas impide que los músculos del cuello, la mandíbula y la lengua trabajen correctamente. Esto no solo repercute en la tensión corporal, sino que, al verse comprometido el sostén interno del rostro, se acentúan las líneas de expresión, la caída de los pómulos o la pérdida de definición.
En este sentido, los músculos de la lengua juegan un papel clave, puesto que son los que actúan como soporte interno del rostro desde el interior. Si no se activan bien por una postura encorvada o tensión en la zona cervical, el rostro se ve arrastrado hacia abajo. La solución no pasa por masajear más la cara, sino por atender a la raíz: el cuerpo. Mejorar la postura no solo alivia los hombros tensos, sino que ayuda a redefinir el óvalo facial, reducir la hinchazón e incluso equilibrar el sistema nervioso.
El método es apto para cualquier edad y está pensado para quienes sienten que su rostro no refleja quiénes son, o buscan una alternativa natural, efectiva y emocionalmente respetuosa frente a tratamientos invasivos. Entre los beneficios más destacados se encuentran:
- Reducción visible de arrugas de expresión y por tensión.
- Mejora del óvalo facial y disminución de la papada.
- Postura más elegante, respiración más profunda y mayor vitalidad.
- Una sonrisa más libre, segura y en armonía con la persona que somos.
Lo que hace a Utukushi Face único es su base científica, ya que trabaja sobre el reposicionamiento corporal, el reconocimiento sensorial, la alineación vertebral y la función mandibular, abordando las verdaderas causas del envejecimiento visible. Además, su esencia está profundamente conectada a la visión japonesa de belleza: sobria, auténtica, silenciosa pero poderosa. "Cuando la postura se alinea y el cuerpo respira, el rostro se suaviza… y emerge la verdadera belleza", afirma Sayuri.
Relacionados
- La piel sufre un nuevo tipo de estrés con las olas de calor: qué es el envejecimiento térmico y cómo prevenirlo con este producto
- Las mejores lociones corporales para combatir la flacidez y mejorar la elasticidad de la piel
- Selena Gómez le confiesa a Alana, 'La hija del jeque', sus secretos de maquillaje: "Me encanta empezar con una piel limpia"