Antonio Hernández, especialista en medicina natural, sobre cómo aliviar los síntomas de la menopausia: "Suplementación, terapias cognitivo-conductuales..."

Durante décadas, las etapas de la perimenopausia, menopausia y postmenopausia han sido invisibilizadas o tratadas con cierto tabú. Históricamente silenciada, patologizada y relegada a un rincón incómodo de la salud femenina, la menopausia y sus desconocidas etapas han estado atrapadas durante décadas y décadas en una espiral de silencio inentendible. Pero cada vez son más las voces que alzan la palabra para reclamar lo que debería ser evidente: que esta etapa vital, lejos de ser el fin, puede vivirse con plenitud, energía y conciencia.

Por ello, en esta entrevista, abordamos los doctores Antonio Hernández e Isabel Castaño (Antonio Hernández es médico especialista en nutrición ortomolecular y medicina natural e integrativa e Isabel Castaño es Ginecóloga, experta en salud hormonal) que nos explican a una sola voz, los cambios físicos, emocionales y hormonales que experimentamos las mujeres, y cómo un enfoque integral –que incluye el estilo de vida, la atención médica y la suplementación con productos como Vital Woman de Be Levels– puede marcar la diferencia.

¿Podrían explicar brevemente qué es la perimenopausia, la menopausia y la postmenopausia?

La perimenopausia es la etapa de transición previa a la menopausia, en la que los niveles hormonales comienzan a fluctuar y pueden aparecer síntomas como alteraciones del ciclo menstrual, cambios de humor o insomnio. La menopausia se define como el cese definitivo de la menstruación durante al menos 12 meses consecutivos, debido al agotamiento ovárico. La postmenopausia es la etapa que sigue, cuando los síntomas pueden estabilizarse, pero el cuerpo sigue adaptándose a un nuevo equilibrio hormonal.

¿Cuáles son los síntomas más comunes que experimentan las mujeres en cada una de estas etapas?

En la perimenopausia, es frecuente notar cambios en el ciclo menstrual, sofocos, ansiedad, fatiga, insomnio o sensibilidad emocional. Durante la menopausia, los sofocos, la sequedad vaginal, los cambios de humor y la dificultad para concentrarse son comunes. En la postmenopausia, muchas mujeres pueden seguir experimentando algunos síntomas, junto con un aumento del riesgo de osteoporosis, cambios en la piel y pérdida de masa muscular.

¿Por qué seguimos sin hablar abiertamente de la menopausia?

Existe un estigma cultural y social que asocia la menopausia con el envejecimiento y la pérdida de feminidad o productividad. Esto ha llevado a que muchas mujeres vivan esta etapa en silencio, sin apoyo ni información adecuada. Necesitamos normalizar esta conversación y reivindicarla como una fase natural del ciclo vital femenino.

¿Por qué la menopausia sigue tratándose como una enfermedad en lugar de una etapa más?

Históricamente, la medicina ha abordado la menopausia desde una perspectiva patológica, enfocándose en los síntomas más que en el bienestar integral de la mujer. Aunque es una etapa biológica, requiere una atención médica personalizada, no porque sea una enfermedad, sino porque puede impactar significativamente en la calidad de vida.

¿Y si la perimenopausia fuese la gran olvidada de la salud femenina?

Sin duda lo es. Muchas mujeres no reconocen los primeros síntomas ni reciben el acompañamiento adecuado, a pesar de que es una fase decisiva para la salud a medio y largo plazo. Es el momento ideal para intervenir de forma preventiva, acompañar y empoderar con información.

Impacto físico y emocional

¿Qué efectos tiene el descenso de estrógenos en el cuerpo y la mente de una mujer?

El descenso de estrógenos puede afectar múltiples sistemas: el cardiovascular, el óseo, el neurológico, el metabólico y el reproductivo. A nivel mental, es habitual experimentar ansiedad, cambios de humor, menor tolerancia al estrés, niebla mental o insomnio. Cada cuerpo responde de manera distinta, pero el impacto suele ser profundo y multifactorial.

¿Por qué algunas mujeres atraviesan esta transición con más dificultad que otras?

Intervienen factores genéticos, hábitos de vida, entorno social, salud emocional previa, y también el nivel de información y acompañamiento que recibe cada mujer. La vivencia puede ir desde prácticamente asintomática hasta muy limitante.

¿Cuál es el papel del estilo de vida (dieta, ejercicio, estrés) en cómo se vive esta etapa?

Es clave. Una alimentación equilibrada, la práctica regular de ejercicio, el buen descanso y la gestión emocional marcan una enorme diferencia. Son pilares que no solo mitigan síntomas, sino que contribuyen a un envejecimiento saludable.

¿Cómo afecta el silencio social a la salud mental de las mujeres en la menopausia?

El silencio genera incomprensión, aislamiento y, muchas veces, culpa. No hablarlo impide pedir ayuda o reconocer que lo que se siente tiene una explicación biológica. Romper ese silencio mejora la autoestima, el bienestar emocional y la salud en general.

Tratamientos y abordaje médico

¿Qué opciones existen actualmente para aliviar los síntomas de la menopausia más allá de la terapia hormonal sustitutiva?

Hay múltiples opciones: cambios en el estilo de vida, suplementación nutricional, fitoterapia, terapias cognitivo-conductuales, tratamientos ginecológicos locales, y también nuevas alternativas no hormonales aprobadas para síntomas como los sofocos. El abordaje debe ser individualizado.

¿Qué opinan de los tratamientos naturales o complementarios? ¿Tienen base científica?

Algunos sí, otros no. Es importante acudir a fuentes y profesionales serios. Ciertas plantas, como la cimicífuga o el trébol rojo, han demostrado eficacia en algunos estudios, aunque con resultados variables. La clave es la personalización y el control médico.

¿Cuándo es recomendable acudir a un especialista y qué tipo de seguimiento médico es aconsejable?

Lo ideal es acudir al primer síntoma o incluso de forma preventiva a partir de los 40-45 años. Un seguimiento ginecológico, endocrinológico o con un especialista en salud hormonal permite detectar desequilibrios y prevenir complicaciones futuras como osteoporosis o enfermedades cardiovasculares.

¿Estamos cuidando realmente la salud de las mujeres a partir de los 45?

Todavía no lo suficiente. Falta más educación médica, protocolos específicos y acceso a recursos. A menudo se subestiman síntomas o se normaliza el malestar. Esta etapa merece una atención médica activa, empática y preventiva.

Suplementación y Vital Woman

¿Qué necesidades nutricionales cambian durante la perimenopausia, menopausia y postmenopausia?

Disminuye la absorción de ciertos nutrientes como calcio, magnesio y vitamina D. Además, aumentan las necesidades de antioxidantes, omega 3 y proteínas de calidad para mantener la salud ósea, cognitiva, cardiovascular y muscular.

¿Qué papel puede jugar un suplemento como Vital Woman en el bienestar de la mujer en estas etapas?

Vital Woman puede ser un gran aliado para complementar la alimentación y ayudar a equilibrar las funciones hormonales, apoyar el sistema nervioso y mejorar el estado de ánimo, la energía y el sueño. Siempre debe formar parte de un enfoque global.

¿Qué ingredientes clave contiene Vital Woman y por qué son efectivos en este contexto?

Incluye adaptógenos como ashwagandha, vitaminas del grupo B, vitamina D, omega 3, calcio, magnesio y extractos botánicos con evidencia científica para apoyar el equilibrio hormonal, reducir el estrés y fortalecer huesos y músculos.

¿Puede un suplemento marcar la diferencia en el equilibrio hormonal de una mujer?

Sí, especialmente si va acompañado de una buena alimentación y estilo de vida. Los suplementos no sustituyen hábitos saludables ni tratamientos médicos, pero pueden mejorar notablemente el bienestar físico y emocional

Consejos finales

¿Qué consejo darían a una mujer que está empezando a notar los primeros síntomas de la perimenopausia?

Escucha tu cuerpo, no minimices lo que sientes y busca información de calidad. Acude a profesionales que te acompañen de forma cercana. Esta etapa puede vivirse con plenitud si se entiende y se atiende con conciencia.

¿Cómo podemos romper el tabú que todavía existe alrededor de la menopausia?

Hablando. En casa, en el trabajo, en la consulta médica. Mostrando referentes, compartiendo experiencias, educando desde edades tempranas. Cuanta más visibilidad, más normalización y mejores cuidados para todas.