
La cadena de restauración Gonzalez&Co, especializada en comida Tex-Mex, ha decidido dar el paso al formato físico en Madrid, donde opera en delivery desde 2020, con la apertura de un primer restaurante en la capital, el quinto a nivel nacional.
La compañía, fundada por Fran González en Barcelona en 2016, ofrece una amplia variedad de comida tex-mex con toque mediterráneo, aunque su producto estrella es el burrito, un plato del que en 2021 vendió más de 250.000 unidades, siendo el de pollo el tercer producto más pedido a nivel mundial por una app de delivery.
El nuevo espacio madrileño, un restaurante de 200 metros cuadrados diseñado por la interiorista Sandra Tarruella y con capacidad para 50 comensales, se encuentra en el número 87 de la calle Velázquez, una ubicación que incrementará la capacidad de llegada de cocina digital con la que la cadena prestaba su servicio a domicilio en Madrid de la mano de Glovo. La compañía calcula que su local le permitirá dar cobertura a casi el 80% de la superficie de la capital dentro de la M30.
La fuerza del delivery
Con un delivery que representa el 60% de su negocio, Gonzalez&Co ofrece un producto con ingredientes frescos y recetas mexicanas adaptadas al estilo mediterráneo y cocinadas siempre en restaurante. Además, todos los platos de su carta se adaptar en versión plant-based lo que ha le ha llevado a ser uno de los favoritos de este tipo de comida y en la actualidad representan el 20% de los pedidos. La marca fue pionera en trabajar con Heüra y cocinarla sacándole el máximo partido.
Desde la compañía explican que la inversión realizada para su nuevo proyecto ha sido de 400.000 euros, en los que se incluyen la generación de 21 nuevos puestos de trabajo que se suman al centenar de empleados de la cadena.
La marca ha colaborado con Brandcrops, la agencia creada por Daniela Goicoechea, cofundadora de Goiko, con la que han diseñado una campaña bajo el claim "Quien lo prueba lo cuenta" que ya está presente en las calles de Madrid y los alrededores del nuevo local.
Los planes de la marca a corto plazo, recuerda Fran González, pasan por un nuevo restaurante en la Ciudad Condal y el refuerzo de su presencia en las capitales donde ya operan para después ir aumentando su capilaridad en ciudades más pequeñas siempre con locales propios que presenten servicio a domicilio.
En cuanto a su apuesta por este modelo de restaurante, el fundador de la marca lo tiene claro: "los locales físicos generan un mix entre relevancia de marca y servicio a un cliente que está en un momento de consumo diferente al que pide a domicilio. Desde que nacimos, creemos en el modelo mixto y seguiremos potenciando estos dos verticales. Tenemos claro que para que el cliente confíe en Gonzalez&Co en casa, muchas veces lo ha probado primero en el restaurante, pudiendo apreciar la calidad de nuestros productos y viendo en directo como cocinamos en nuestras cocinas abiertas".
En cuanto a la posibilidad de extender su presencia de marca a través de dark kitchens, el empresario asegura no creer en la viabilidad de este modelo que vive un boom en los últimos dos años. "Creemos mucho en el delivery entregado desde un restaurante físico. Al cocinarlo todo de cero en cada local, necesitamos un mínimo de equipo por turno que nos dificulta la operativa en estas cocinas, por eso priorizamos los locales con servicio presencial, aunque la inversión en capital que requieren sea mayor. Tal vez a la larga el modelo híbrido sea realmente una solución para cubrir el 100% de la demanda de ciudades como Barcelona o Madrid, pero por el momento, seguiremos apostando por restaurantes adaptados al delivery", señala González.
Aunque su plan de negocio inicial no contemplaba el servicio a domicilio, desde el 2017 el 40% de las ventas de la cadena ya llegaban a través de plataformas de delivery. "Con la pandemia, aunque temporalmente perdimos el 80% de las ventas en local por las restricciones, vimos como el delivery repuntaba y creció un 200%. Estábamos posicionados y acostumbrados a este servicio, por lo que fuimos rápidos y no dejamos de crecer en los meses más duros de la pandemia. Fue en ese momento donde decidimos abrir una cocina ciega en Madrid y el tercer restaurante en Barcelona. Posteriormente y de la mano de Glovo dimos el salto a Valencia y a Madrid con restaurantes físicos en el epicentro de la demanda de cada ciudad, duplicando así las aperturas en plena pandemia".