
El sector de la distribución alimentaria se consolida como fuente de autoempleo en nuestro país, especialmente bajo el formato de supermercado de proximidad, tal y como recoge el último informe presentado por la patronal del sector Asedas. Además, al igual que sucede con los locales de hostelería en los municipios con menos habitantes, las tiendas rurales se consolidan como eje vertebrador de la España Vaciada.
Así, en un 2024 en el que se abrieron 778 nuevas unidades comerciales en nuestro país, el 60% lo hicieron bajo un modelo asociativo, bien como franquicia o como cooperativa, generando más de 2.000 puestos de trabajo con un alto componente de empleo femenino. Más de un tercio de estas aperturas de locales de nueva planta, el 31%, se estrenaron en municipios de menos de 10.000 habitantes, lo que según los datos de Asedas, deja el nivel de cobertura nacional en un establecimiento de distribución alimentaria por cada 1.899 españoles.
El compromiso de la distribución alimentaria con estas zonas menos pobladas se ha traducido en una cobertura estable desde 2020, un lustro en el que el cierre de 1.002 comercios en municipios de menos de 10.000 habitantes se ha visto compensado con la apertura de otros 1.117, arrojando un saldo de crecimiento. A cierre de 2024, el informe de Asedas contabilizaba 3.500 localidades con al menos un establecimiento disponible para hacer una compra completa, es decir, que la red comercial da cobertura al 96,8% de los españoles.
Estas más de 1.100 nuevas tiendas, además, ponen de manifiesto que el proceso de renovación de la red de la distribución organizada de nuestro país no ha dejado de lado a la España rural. En términos generales, durante el último trienio se abrieron o reformaron un total de 5.850 establecimientos en nuestro país, lo que representa el 23% de la red de distribución organizada española. El 23,6% de las aperturas de 2020 a 2024 se realizaron en municipios de menos de 10.000 habitantes, concentrando el 26,5% de la red comercial española en estas localidades donde vive casi el 20% de la población.
Este proceso transformador ha surgido como adaptación a un cambio en los hábitos de consumo tras la pandemia y a la evolución de la sociedad hacia hogares familiares cada vez con menos miembros y en los que la proximidad y la conveniencia han ganado peso. Así, el 50,6% de las 25.585 unidades operativas a finales de 2024 correspondían a supermercados, de los que 14.486 son establecimientos de hasta 450 metros cuadrados, denominados autoservicio, y los 10.589 restantes tienen un mayor tamaño, de hasta 2.500 metros cuadrados. De hecho, aunque en número de unidades superan la mitad de los establecimientos del país, estas tiendas cercanas de menor tamaño representan apenas un 18,6% de la superficie comercial dedicada a alimentación en España, que en 2024 superaba los 15,3 millones de metros cuadrados.
Por el contrario, tras su eclosión en décadas anteriores, los grandes centros a los que había que desplazarse en coche, los hipermercados, han dejado patente en este mismo periodo su pérdida de peso con apenas 14 aperturas entre 2021 y 2024 hasta alcanzar un parque de 510 establecimientos.
En contraste, las empresas de menor tamaño de la distribución alimentaria han ido ganando superficie comercial en estos años. Así, de las 320 compañías del sector auditadas por Asedas, un total de 214 gestionaban una red de 10 o menos tiendas, mientras que otras 51 operaban entre 11 y 50 establecimientos. En su conjunto, estos pequeños operadores de supermercados y tiendas de conveniencia que no superan los 50 locales, gestionaban el año pasado un total de 1.960 puntos de venta. De estos, 629 eran propiedad de compañías que no superaban los diez locales en cartera y que, sin embargo, lograron aumentar un 3,3% su superficie conjunta.
El avance de las cadenas regionales
En este proceso de transformación del universo de la distribución alimentaria nacional, otro fenómeno reseñable muy vinculado a la proximidad y el valor de lo local es el avance de las cadenas regionales. Entre 2021 y 2024, las 25 enseñas líderes regionales han elevado su superficie comercial de 3.750 miles de metros cuadrados a unos 4.130, lo que supone un crecimiento del 10,1% en cinco años frente a la media sectorial, que situó en el 4,3% en el mismo periodo o a del 3% conseguida por los principales retailers nacionales, según datos de Asedas. En este lustro, las 25 cadenas regionales líderes han aumentado su red hasta alcanzar un total de 10.006 establecimientos.
Los datos de la consultora Kantar correspondientes al 2024 traducen este avance de las enseñas regionales en 0,7 puntos porcentuales hasta acaparar el 18% de la cuota en valor del mercado de la distribución alimentaria española. De hecho, junto a cadenas de surtido corto, se trata de la modalidad de supermercado que mayor crecimiento experimentó en el pasado ejercicio gracias a un posicionamiento claro de apuesta por una mayor presencia de marcas del fabricante y una cuidada oferta de productos frescos de proximidad.
Con esta receta por bandera, cadenas regionales como Consum, Uvesco, Ahorramas o Gadis, por ejemplo, se han lanzado a una expansión geográfica fuera de sus áreas de influencia tradicionales que les ha permitido aumentar en 3,6 puntos porcentuales su base de clientes en los últimos 5 años. De hecho, según Kantar, el 68% de estos nuevos clientes se han ganado fuera de su área de influencia originaria. Para ello, según la consultora, es clave la adaptación del surtido a las particularidades de cada región. Las cuentas de estos operadores regionales reflejan este esfuerzo expansivo en el pasado ejercicio, donde el grupo vasco Uvesco aumentó un 10,6% su facturación hasta los 1.186 millones de euros; la madrileña Ahorramas creció un 7% hasta ingresar 2.336 millones; el grupo asturiano Alimerka facturó otro 7% más hasta superar los 830 millones; y donde la cooperativa de origen granadino Covirán volvió a superar su récord histórico de ventas con 1.846 millones de euros a pesar de cerrar el año casi plano con un ligero crecimiento del 0,18%.
Y Consum, el principal competidor en la Comunidad Valenciana de Mercadona, líder absoluto a nivel nacional, logró cerrar el año pasado con unas ventas de 4.707 millones de euros tras auparse al sexto puesto como operador en España. La cooperativa valenciana, inmersa en un ambicioso plan de expansión territorial que le ha llevado a tener presencia ya en comunidades cercanas como Cataluña, Aragón Murcia, Castilla-La Mancha y Andalucía, tiene la vista puesta en la Comunidad de Madrid, tras haber invertido 233 millones de euros en 2024 para abrir 59 establecimientos. La compañía, que opera sus locales de enseña propia Consum y las franquicias de la marca Charter, tiene previsto abrir este ejercicio otros 53 locales que se sumarán a los 977 actuales para superar el millar.
Aportación laboral
En este contexto de efervescencia, otro indicador del informe de la patronal de la distribución refuerza la creciente importancia de los comercios de proximidad en la red española. Se trata del crecimiento de la aportación al mercado laboral del sector de las empresas asociadas a centrales de compra, que en 2023 acapararon el 33,8% de sus 477.350 empleos. Desde la patronal recuerdan que este tipo de compañías suelen tener un perfil de pequeño negocio familiar de ámbito autonómico o provincial.
Este crecimiento de la red de distribución de proximidad del año pasado ha mantenido su ritmo al alza en lo que llevamos de 2025, ya que entre enero y abril se realizaron 244 aperturas, un 25% más que en el mismo periodo del año pasado. Este avance provisional hace que la proyección de Asedas para el resto del año sea de 850 estrenos de tiendas de nueva planta, más de un 9% por encima del registro del año anterior.