
A mediados de la pasada década, el ingeniero informático y locutor deportivo venezolano, Gabriel Federico, como tantos miles de conciudadanos, dio el salto a España para emprender una nueva vida. Probó suerte con la venta de un clásico de la gastronomía de su país, el tequeño, el adictivo palito de masa relleno de queso fundido, "con 5.000 euros prestados que hoy se han transformado en Tekefingers, una empresa con fábrica propia en Portugal, más de 4 millones facturados, cerca de un centenar de empleados y con presencia tanto en canales de ocio como en supermercados y restauración organizada e independiente, a la espera de firmar contratos importantes que nos permitirán ampliar el foco del negocio".
El proyecto logró hacerse un hueco en nuestro país a través de los Yelmo Cines como alternativa a las tradicionales palomitas de maíz y con una receta que se fue popularizando, entre otros motivos, gracias a su presencia en cadenas de éxito como Goiko Grill. El producto fue ganando fama y dio el salto del cine "a los parques temáticos como Parque Warner, Port Aventura, Parque de Atracciones de Madrid, para después seguir creciendo en el mundo del entretenimiento y del ocio".
Como secreto de su éxito, la marca presume de no incluir ingredientes sucedáneos a la receta original venezolana. "Usamos mantequilla de verdad, que es más caro, pero también aporta una mejor calidad. No añadimos químicos o conservantes, ni precocinamos con aceites de palma o similares, porque tenemos unas líneas de ultracongelación que nos permitan trabajar con productos totalmente naturales", explica su fundador. "Fuimos bastante innovadores y precursores al entregar un producto congelado que ya venía precocinado desde nuestra planta", añade.
Este proceso de producción, además, aportó un valor añadido de conveniencia que supuso un factor clave para la supervivencia de la empresa durante la pandemia, cuando cerraron de golpe todos los puntos de venta de la marca a raíz del coronavirus. En ese momento, la compañía dio un giro obligado hacia la diversificación de canales con la vista puesta en la distribución organizada. "Muchos supermercados nos pedían que bajáramos precios para poder competir con otras cadenas que vendían tequeños congelados. Al principio fue difícil hacerles que nosotros ofrecíamos algo totalmente diferente. En el mercado lo que había ere un tequeño para freidora de aceite, pero los nuestros estaban precocinados y son aptos para horno y freidora de aire", explica Gabriel Federico.
Tras adaptar sus recetas a un perfil neutro que les permitiera extenderse en mercados internacionales, Tekefingers se ha convertido en proveedor de grupos como El Corte Inglés, La Sirena, Dia o Ahorramas, gracias a sus tres recetas, la clásica de queso, manzana y canela, y de chocolate.
Ahora, sus responsables quieren replicar el modelo seguido en España, con entrada en el mundo del entretenimiento y posteriormente al retail, para expandirse a mercados internacionales como Reino Unido y Estados Unidos. Asimismo, su fundador, avanza que quieren ampliar su presencia relacionada con el entretenimiento asociándose al deporte "a través de los estadios y bares de equipos de fútbol, los torneos de deportes de raqueta como el tenis o el pádel, para llegar a un público aún más masivo".
Asimismo, la compañía ha ido ampliando su cartera de productos para convertirse en un mayorista especializado gracias, por ejemplo, a acuerdos de joint venture con un socio italiano para producir pizzas para los cines Yelmo. "Queremos ser la marca líder en el mundo de los snacks y para ello trabajamos con nuevos productos como arepas, pan de jamón o cachitos y planeamos lanzar puntos de venta propios bajo un formato take away mixto enfocados en consumo rápido, agilidad operativa y una experiencia de calidad con un producto estandarizado. Los primeros puntos se abrirán en zonas de alto tráfico y diversidad cultural", concluye Gabriel Federico.