Retail - Consumo

La industria alimentaria cede ante los súper y tras nueve meses con bajada de los precios recorta su rentabilidad

Una fábrica de alimentación

La industria alimentaria encadena nueve meses consecutivos de bajada de precios y, por primera vez desde el año 2022, recorta sus márgenes. Tras años de fuertes subidas como consecuencia del encarecimiento de los costes y la inflación, los fabricantes empezaron a bajar sus precios el pasado agosto. Aquel mes fue solo un 0,1% pero la caída desde entonces se ha ido intensificando y desde diciembre se ha situado todos los meses por encima del 2%. Según el último dato disponible del IPRI (Índice de Precios Industriales) en abril la bajada fue, en concreto, de un 2,2%.

Eso en un mes en el que el IPC de los alimentos se encareció en un porcentaje muy similar, un 2%. Todo eso es lo que ha provocado la caída de los márgenes del sector. De acuerdo con las cifras que maneja la Agencia Tributaria, los márgenes de la industria encadenaban dos años consecutivos de subida tras haber tocado mínimos en 2022 en el 4,34%. En 2023 se situaron ya en el 5,91% y en 2024 alcanzaron un récord del 7,81%. Pero ahora la situación ha cambiado y, al cierre del primer trimestre del año, han bajado al 6,81%.

Como consecuencia de la crisis inflacionista, la industria mantiene desde hace años una batalla encarnizada con las cadenas de supermercados por los precios a los que le vende sus productos. La fuerte competencia que existe en la distribución española provocó que las empresas hayan centrado todos sus esfuerzos en intentar contener los precios, aunque eso sea a costa de los márgenes de los fabricantes. Todo ello ha llegado a provocar la expulsión de algunas enseñas de los lineales y una clara apuesta por las marcas blancas.

La marca blanca

En España, las enseñas de la distribución están creciendo de forma imparable, pasando del 27,2% de participación al 43,7% con el que terminaron 2024, de acuerdo con los datos de la consultora Kantar Worldpannel. Lejos de frenarse, las previsiones apuntan además a que no pararán de crecer. De hecho, César Valencoso, director de Consumer Insights Consulting en Kantar, señala que en diez años es previsible que las marca blancas lleguen incluso hasta el 60% del mercado.

En su opinión, "esto significa que muchas categorías estarán completamente dominadas por la marca de distribuidor" y que las principales cadenas de surtido corto, como Mercadona, Lidl, Aldi y Dia, incrementen aún más su peso sobre el total del mercado. El consultor considera, de hecho, que la cadena que preside Juan Roig todavía tiene margen todavía para crecer durante los próximos diez años e incrementar su cuota entre tres y cuatro puntos adicionales, hasta alcanzar una participación del 30% en el conjunto de la distribución española.

Crecimiento

Valencoso espera, asimismo, que Lidl avance entre cinco y seis puntos hasta el 10% de cuota, mientras que Aldi, "la nueva Lidl", captará entre tres y cuatro puntos más. Dia, que tocó fondo al cierre del último año con un 3,7% de cuota, especialmente tras las últimas desinversiones realizadas, debería también empezar a rebotar, según Kantar Worldpannel, con un crecimiento probable de entre dos y tres puntos porcentuales. Las cadenas de distribución, en cualquier caso, trabajan con márgenes mucho más estrechos que los de la industria.

Mercadona es la compañía que mantiene un mayor control sobre los costes y que consigue el mayor índice de rentabilidad no solo en España, sino a nivel mundial entre todos los grandes operadores, pero aún así su margen en el último año fue del 3,88%, casi tres puntos menos que la media que tienen los fabricantes. Entre los grandes grupos a nivel internacional, las otras dos empresas que lideran en ranking de la rentabilidad en la distribución son las estadounidenses Costco y Walmart, con un 2,95% y un 2,88% respectivamente.

Entre las españolas destacan Consum con un 2,33% de margen y Eroski, que tiene un 2,09%, pero hay que tener en cuenta, además, que hay muchas empresas con ratios aún más bajos, como el del gigante francés Carrefour, con tan solo un 0,93% de rentabilidad, o como su compatriota Auchan, la matriz de Alcampo en España, que cerró el último ejercicio con números rojos. En este contexto, desde Kantar advierten que "la presión por los resultados a corto plazo están haciendo descuidar la mirada a largo".

Palancas claves

Para la consultora, eso es lo que explica la caída de palancas claves, como la innovación, que se ha reducido un 43% respecto a los niveles alcanzados al inicio de la década pasada; la inversión publicitaria, que se ha reducido un 26% respecto a la que se llevaba a cabo justo antes de la crisis financiera de 2008; la promoción, con un 11% de pérdida de cuota en valor en los últimos diez años; el precio, con un diferencial de 22 puntos menos entre las marcas del fabricante y las del distribuidor, y el surtido, tras una bajada del 8,9% desde 2018. "Todo ello abona el terreno para la marca de la distribución, que aprovecha aquellas categorías donde cae la inversión para ganar cuota", explica Valencoso. De acuerdo con los estudios realizados por Kantar, tan solo un 19% de las marcas crecen realmente, "por lo que habría que intentar aprender de ellas" para lograrlo.

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