Retail - Consumo

La inversión en proteínas alternativas españolas se dispara un 547% hasta los 65 millones

Paquete de carne cultivada en laboratorio.

El mercado de las proteínas alternativas a las animales en nuestro país experimentó el año pasado un fuerte repunte inversor, de nada menos que el 547%, al captar un total de 64,7 millones de euros, según los datos recabados por la base de datos especializada NetZero Insight y recogidos por Good Food Institute Europe (GFI).

Este incremento cobra mayor importancia si tenemos en cuenta que entre 2013 y 2024, los datos de la entidad, indican que la inversión total en el mercado de proteínas alternativas en nuestro país ascendió a más de 170 millones de euros, con lo que el desembolso del año pasado acaparó el 38% del total de la pasada década.

Entre las inversiones más destacadas el año pasado en esta industria alimentaria emergente, el estudio menciona la ronda de capital de serie B de 40 millones de euros lograda por la firma catalana Heura, inmersa en el desarrollo de nuevas patentes tecnológicas. Operaciones de este tipo situaron a España como el país con la segunda tasa más alta de crecimiento de la inversión en proteínas alternativas en Europa, solo por detrás de Dinamarca.

Aunque la carne vegetal sigue siendo la alternativa más conocida, el sector se está diversificando rápidamente, ya que mientras la inversión se dispara, el mercado minorista español de ese sector creció a un ritmo menor de un 7,5% en 2023.

Las soluciones emergentes, como la grasa cultivada como ingrediente para carnes de origen vegetal y la fermentación de precisión para proteínas lácteas, según GFI, están mostrando potencial para ayudar a superar barreras cruciales para los consumidores, como el precio y el sabor. Por ejemplo, la grasa cultivada puede mejorar la textura y el perfil de sabor de las carnes vegetales, mientras que la fermentación de precisión permite crear proteínas lácteas sin origen animal que mejoran el sabor y la elasticidad de los quesos vegetales, aclaran.

Sin embargo, un análisis de la entidad muestra que, aunque España se encuentra entre los principales receptores de muchos proyectos de investigación sobre proteínas alternativas financiados por la UE, lo que muestra el potencial del ecosistema español de investigación y desarrollo en este ámbito, la financiación pública nacional de I+D está significativamente infradesarrollada. Así, añaden que solo la industria de la carne cultivada podría aportar hasta 9.000 millones de euros y generar 18.000 puestos de trabajo altamente cualificados de aquí a 2050, con el apoyo y la inversión públicos adecuados.

En este sentido, Carlos Campillos Martínez, director de Asuntos Públicos para España del Good Food Institute Europe (GFI Europe), ha declarado: "Estas cifras muestran la fuerte confianza de los inversores en el ecosistema español de proteínas alternativas, uno de los más prometedores de Europa. Pero para aprovechar todo su potencial y ayudar a España a cumplir sus objetivos medioambientales y de salud pública, los gobiernos nacional y autonómicos deberían aumentar el apoyo a este sector innovador mediante inversiones en I+D, infraestructuras y políticas, como ha hecho Dinamarca, para garantizar que España siga a la vanguardia de la alimentación sostenible y saludable".

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