
Puig arrancó el ejercicio 2024 con la adquisición de la cosmética alemana Dr. Barbara Sturm. La operación, que fue la compra más vistosa de un ejercicio marcado por la salida a bolsa, no fue la única, ni siquiera la que mayor inversión requirió del pasado año. A lo largo de los doce meses, la perfumista familiar destinó más de 800 millones de euros en hacerse con pequeñas participaciones de Byredo y Charlotte Tilbury para saltar a controlar el 100% de la empresa sueca y el 78,5% de la organización británica.
La cotizada liderada por Marc Puig suele acometer sus operaciones corporativas en dos fases: una primera adquisición de la mayoría del capital y unos compromisos en los años consecutivos en los que se adquieren distintos paquetes. Así fue también en el caso de estas dos compras, las mayores acometidas por la empresa catalana.
La principal compra es la de Charlotte Tilbury, que se acometió en dos fases distintas. La primera, con la salida a bolsa en marzo, implicó el pago de 366 millones de euros en efectivo y otros 243,6 millones liquidados con la emisión de nuevas acciones para quedarse con el 100% de la sociedad Prado Investments -BDT Capital Partner tenía todavía el 26,3%, pues le acompañó en la compra- la sociedad que cuenta con el 73,1% del capital de la firma cosmética.
No fue el único movimiento. En la segunda mitad del año, la organización adquirió un 5,4% adicional del capital del grupo británico de manera directa. Fue a cambio del pago de 214,8 millones de euros, lo que implica que Puig ya controla el 78,5% de la filial. Como explicó el grupo en su momento, en diciembre se llegó a un acuerdo para extender el calendario de opciones de compra que vencía originalmente en 2025 hasta finales de 2030. La extensión de estos vencimientos y los indicadores de crecimiento proyectados tuvieron un impacto positivo en su patrimonio de 197,5 millones de euros.
Entre las dos operaciones, el grupo perfumista afrontó el pago de 580 millones de euros en efectivo, que se suman a la remuneración en acciones para BDT.
Antes de crecer en Charlotte Tilbury, Puig hizo lo propio en la sueca Byredo, adquirida en 2022. La cotizada sumaba el 77% hasta primavera, cuando pasó a ostentar el 100% de los títulos. Lo hizo a través de dos operaciones: una en la que le compró el 20% a Manzanita por 214 millones y otra en la que adquirió el 3% que todavía tenía el fundador de la marca, Ben Gorham, por 16 millones de euros en efectivo y otros 16 millones en acciones de Clase B. Así, la inversión fue de 230 millones en efectivo.
A los 810 millones totales -solo en efectivo- entre ambas operaciones se podrían sumar los 291 millones de euros desembolsados por Dr. Barbara Sturm para alcanzar una cifra que rondaría los 1.100 millones de euros.
Deuda para las compras
Para financiar estas transacciones -esencialmente las de Byredo y Charlotte Tilbury- Puig pidió 680 millones de euros a sus bancos de referencia a través de líneas de revolving, como ya anticipó elEconomista.es.
En el folleto para lanzar la salida a bolsa, la empresa ya explicaba que solicitó en febrero tres líneas de revolving por valor de 150 millones de euros cada una con vencimientos a uno o dos años, aunque prorrogables por 24 meses más. Todas se firmaron a un interés que oscilaba entre el Euribor +0,8% y el Euribor +0.9%. Solo un mes después, la compañía firmó otro crédito de 30 millones que vence en marzo de 2026 con un tipo de Euribor +0,49%.
Las operaciones de deuda se sellaron en mismo mes de abril con otros 200 millones de euros repartidos entre tres líneas de revolving con dos años de plazo, más otros dos prorrogables, y a un interés de entre el 0,5% -una de 50 millones- y el 0,9% -las otras dos, de 75 millones de euros-.
A pesar del importante paquete de inversión, Puig logró en 2024 incrementar el beneficio neto hasta 530,6 millones (+14%) gracias, en parte, a las revalorizaciones contables de las opciones de compra de y Charlotte Tilbury. Las ventas fueron de 4.790 millones (+11,3%).