
El grupo perfumero Puig vuelve a salir al mercado. La compañía catalana se puso como misión alcanzar unas ventas de 3.000 millones en 2023 y sabe que no lo logrará solamente de manera orgánica. Si en 2020 se hizo con la firma británica de maquillaje Charlotte Tilbury, ahora acaba de cerrar la compra de la sueca Byredo.
La organización presidida por Marc Puig anunció este martes la adquisición de una participación mayoritaria de la empresa nórdica. Aunque no trascendieron las cifras de la operación, Byredo estaba valorada en 1.000 millones de euros, por lo que el precio del porcentaje obtenido superará los 500 millones.
Fuentes de la empresa explican que la operación se financió tanto con deuda como con recursos propios.
Hasta ahora propiedad de Manzanita Capital –que se mantendrá en el accionariado-, la firma de perfumería facturó alrededor de 180 millones de euros en el último año. La empresa vende sus productos en 55 países y tiene establecimientos propios en algunas de las principales capitales europeas, como París y Londres.
"Puig aportará experiencia y recursos a Byredo", augura Marc Puig
Puig se impuso en el procedimiento de compra a grandes grupos como L'Oréal, que también presentó una oferta para hacerse con la compañía, informó Le Figaro hace dos semanas.
"Puig aportará experiencia y recursos a esta marca única, que representa el lujo moderno con una fuerte conexión con el consumidor", celebró Marc Puig. "La nueva adquisición marca un hito clave en la ambición de desarrollar un negocio con una sólida cartera de marcas con propósito", añadió.
El fundador de la marca, Ben Gorham, mantendrá también un porcentaje minoritario y seguirá como director creativo de la organización. "Estoy convencido de que la experiencia de Puig con marcas lideradas por sus fundadores en el ámbito de la belleza y la moda nos ayudará a desarrollar todo nuestro potencial en múltiples categorías", auguró.
El camino de Puig hasta los 3.000 millones
Puig acelera así su plan de crecimiento, que pretendía alcanzar los 3.000 millones de facturación en 2023. Tras obtener unos ingresos de 2.585 millones en 2021, la empresa familiar anticipó un año la consecución del objetivo. En 2022, la cifra de negocio será de 3.060 millones, según sus cálculos.
El conglomerado prevé alcanzar unas ventas de 4.500 millones de euros 2025. «Los primeros meses de 2022 son muy buenos», celebró Marc Puig en la última presentación de resultados. Además de augurar unos ingresos superiores a los 3.000 millones, también anticipó un Ebitda de 500 millones para el ejercicio en curso.
En 2021, la firma volvió a ganar dinero y registró un beneficio de 234 millones frente a las pérdidas de 70 millones del ejercicio previo. El Ebitda creció hasta los 425 millones frente a los 93 millones de la campaña anterior.
La compra de Charlotte Tilbury disparó los ingresos de la división de maquillaje un 153%
Las ventas de fragancias, que se mantiene como el músculo principal del grupo, se elevaron desde los 1.348 millones hasta los 1.898 millones gracias a los lanzamientos acometidos, al mercado estadounidense –que duplicó sus ventas– y a las marcas de nicho adquiridas.
La división de maquillaje disparó sus ventas el 153% (de 163 millones a 413 millones) gracias a la compra de la británica Charlotte Tilbury, que se incorporó al perímetro de la empresa en verano. La adquisición–sumada a la incorporación de Uriage y Apivita– sirvió para que los ingresos procedentes de la cosmética se disparasen el 954% desde los 26 millones hasta los 274 millones de euros.
La expansión se produjo sin tener que recurrir al endeudamiento. Aunque no dio cifras concretas, el también presidente del Instituto de Empresa Familiar (IEF) celebró que la deuda neta era inferior al 0,5% del Ebitda.