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La revolución tecnológica del pistacho echa raíces en Villanueva de la Jara

  • Agróptimum utiliza la digitalización y la Inteligencia Artificial en el cultivo de este fruto seco
  • La compañía ha reducido a tres años la entrada en producción
Agróptimum ha incorporado los drones para mejorar la eficiencia en este cultivo
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Mejora genética en busca de plantas adaptadas a nuestro país, monitoreo continuo para reducir costes y controlar plagas y enfermedades o Inteligencia Artificial para guiar la toma de decisiones forman parte del día a día de Agróptimum, líder europeo en producción de planta y gestión de cultivo de pistacho

Ángel Minaya, fundador y CEO de la compañía, se ha empeñado en situar a España en el podio mundial en el cultivo más pujante en nuestro país. Y el joven empresario castellano manchego tiene claro que ese camino solo puede recorrerse con un enfoque transversal en el que la innovación lo impregna todo, desde el laboratorio hasta el campo.

Junto a los más de 75.000 metros cuadrados de modernos invernaderos que la compañía tiene en el municipio conquense se sitúa Casa del Olmo, el campo experimental más grande de Europa. En sus 225 hectáreas se escribe el futuro del cultivo del pistacho con pruebas con distintos sistemas de cultivo, variedades o marcos de plantación y, sobre todo, con las aportaciones que la digitalización y las nuevas tecnologías ofrecen.

En busca de un pistacho con ADN español

"Somos pioneros a nivel mundial en desarrollar nuevas variedades para adaptarnos al cambio climático en la Península Ibérica. Buscamos aquellas que se puedan adecuar a diferentes zonas con más horas frío o calor, más resistentes a la sequía, que puedan tener frutos más o menos abiertos…En colaboración con la Universidad de Córdoba, hemos realizado en los dos últimos años cerca de 6.000 cruzamientos. Es un proceso largo que puede tardar diez años pero que nos va a dar muchas alegrías", explica Javier Gallego, director de Sostenibilidad e Innovación de Agróptimum.

Este ingeniero técnico agrícola forma parte del joven equipo que ha convertido a Agróptimum en la avanzadilla de la innovación y la tecnologización en el cultivo del pistacho. "Se analizan uno a uno los distintos cruzamientos para ver qué variedades son más resistentes a las plagas y enfermedades, sus necesidades hídricas o su vigor. Por ejemplo, si es una con más copa se entiende que va a necesitar más evotranspiración y por tanto más recursos para crecer".

Javier Fernández, responsable de Desarrollo de Negocio y Marketing de Agróptimum, ha visitado recientemente California, la principal zona productora del Planeta y espejo en el que todo el mundo se mira. "En España, como tenemos unos recursos más escasos en materia de agua, buscamos la mejor forma de optimizarla. Gracias a la tecnología logramos más productividad. Estamos apostando con fuerza por nuevos marcos de plantación y por la mecanización, y vamos a una agricultura mucho más tecnológica en todas las áreas. El cultivo del pistacho responde muy bien al uso de las tecnologías de digitalización, como estamos viendo cada día en Agróptimum. Si queremos destacar en este sector hace falta investigación y tener el gen de la innovación dentro de la compañía. Nosotros no concebimos hacerlo de otra forma porque estamos viendo los resultados, y son espectaculares", afirma.

David Mondéjar, Francisco Moreno, Javier Gallego, Javier Fernández y Antonio Navarro, integrantes del equipo de Agróptimum

El ingeniero industrial David Mondéjar, Project Manager de Agróptimum, forma también parte de ese vivero de talento en torno al pistacho en el que se ha convertido Villanueva de la Jara. "Hemos logrado tener un control exhaustivo de 360º del cultivo para tomar las mejores decisiones en cada momento y para cada planta. Esto nos permite, no sólo optimizar los recursos, tanto hídricos como de nutrición o de tratamiento de enfermedades, sino tener fruto en la mitad de tiempo y del doble de calidad".

Con la sensórica, se recopilan todos los datos "a los que hay que dotar de inteligencia para que nos sirvan y contribuir a que la toma de decisiones sea cada vez más autónoma. Es decir, nuestro objetivo es que si ha detectado ciertos parámetros nos diga qué actuaciones tenemos que hacer para que el desarrollo del cultivo sea óptimo. Esto requiere muchos conocimientos expertos y capacidad de adaptarnos a una realidad que va cambiando, porque estamos hablando de naturaleza, un contexto en el que pequeños factores pueden provocar grandes cambios y donde el camino recto no siempre es el más rápido para llegar al objetivo. Es apasionante", añade Mondéjar.

La Inteligencia Artificial se presenta como una de las herramientas más prometedoras, por ejemplo, en la lucha contra las plagas. "Tú tienes una cámara que detecta la evolución porque va contando automáticamente cuál es el incremento proporcional de ciertos insectos. Si un día hay cinco insectos en la trampa y al día siguiente, 15, y luego, 100, está claro que se acerca una plaga. Te proporciona alarmas para actuar con rapidez y acierto".

¿Y es rentable la apuesta por la tecnología para el productor? Antonio Navarro, director técnico de la compañía, lo tiene claro: las ventajas de las nuevas tecnologías son evidentes: "Las sondas nutricionales miden lo que la planta está tomando en todo momento, no solamente lo que tú le suministras. Esto permite reducir el uso de fertilizantes en un 20%. Lo mismo ocurre con las necesidades hídricas. Por debajo de 13 grados de temperatura del suelo las raíces entran en parada vegetativa. Regar en ese momento no solo supondría un despilfarro de agua y energía, sino que perjudicaría a la plantación por asfixia radicular. Las nuevas tecnologías nos permiten este tipo de control y optimización de las plantaciones, lo que deriva en un mejor uso de los recursos y, lo que es más importante, en unas plantaciones más abundantes y en un fruto de mayor calidad".

Unos beneficios que se extienden al medio ambiente. "Con estas tecnologías podemos calcular las curvas de vuelo de los insectos y determinar el momento adecuado para los tratamientos. Esto nos permite una precisión que hasta ahora era impensable y nos permite ser mucho más eficientes y, por tanto, contaminar menos, haciendo un uso más sostenible de los recursos", explica Navarro, que añade que "gracias a esta tecnificación podemos incluso establecer el momento óptimo para la recolección, evitando tener que pasar dos veces para cosechar una parcela porque el fruto no está totalmente maduro o no ha madurado a la vez".

Todo ese proceso tecnológico permite, además, la total trazabilidad del pistacho. "Es como nuestro DNI. Registramos los números de lote con el que llegan las semillas de Estados Unidos antes de que pasen al invernadero. Luego hacemos un seguimiento de la planta durante todo su proceso de crecimiento y vamos alimentando esa aplicación con todos los datos que obtenemos, desde que es semilla hasta que se le hace la poda, el injerto, las aplicaciones fitosanitarias, los vuelos…Tenemos cada uno de nuestros árboles localizados en un mapa y podemos saber todo lo que hemos hecho por cada planta durante toda su vida útil", cuenta Francisco Moreno, director del vivero.

Y es que, como subraya Javier Fernández, "para diferenciarnos y agregar valor al producto es indispensable poner el foco en la calidad. Centramos en el ahorro de costes es algo obligatorio y lógico, pero nuestra obsesión es la calidad y la búsqueda constante de la excelencia en todo el proceso. Tenemos la vista puesta en el consumidor, que es a quien tenemos que hacer llegar el pistacho de la mejor calidad, con las mejores propiedades y las mejores garantías de seguridad, algo en lo que es clave la trazabilidad garantizada. La mejor forma de hacerlo con total fiabilidad es con la digitalización y la tecnología. Queremos que España se convierta en un referente mundial en el mundo el pistacho. En Agróptimum lo tenemos claro: en España contamos con las condiciones para cultivar pistacho. Tenemos el terreno y la climatología. Está en nuestras manos añadir a estas condiciones naturales los mejores recursos humanos y tecnológicos para para lograr este liderazgo."

Un yacimiento de empleo en el mundo rural

La apuesta de Agróptimum por el cultivo del pistacho tiene también un importante componente social en la España Vaciada. La compañía recibió el pasado 4 de diciembre el Premio como Empresa Creadora de Empleo ded Gobierno de Castilla-La Mancha. El galardón fue entregado por el presidente de la Comunidad, Emiliano García-Page, al CEO de Agróptimum, Ángel Minaya. La joven compañía emplea ya de forma directa a 150 personas en Villanueva de la Jara, Cuenca, y a 500 de forma indirecta.

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