
Durante las fiestas navideñas, el pescado se convierte en un alimento esencial no solo por su valor nutricional, sino también por su peso en nuestra tradición gastronómica. En España, los pescados y mariscos son los grandes protagonistas de nuestras mesas en estas fechas señaladas y eso es posible gracias al esfuerzo de todos los que formamos parte de la gran familia de la acuicultura española.
Seis de cada diez hogares españoles elegirán en las próximas fiestas estos alimentos como plato principal en sus reuniones familiares. Y aquí es donde la acuicultura juega un papel imprescindible, ya que, al no depender de la estacionalidad, nos podemos anticipar a épocas de gran demanda, ofreciendo la misma calidad a un precio más estable.
Es indudable que la gastronomía ocupa un lugar muy relevante en nuestra cultura, en todas nuestras celebraciones siempre hay un menú especial y la cocina se convierte en ese punto de encuentro donde compartimos grandes momentos. Somos un país diverso, con una riqueza gastronómica que se ve reflejada en la amplia variedad de platos tradicionales que presiden nuestras mesas en Navidad, en las que el pescado es el gran protagonista. Para que las familias españolas puedan elaborar sus recetas, los acuicultores cultivamos especies tan apreciadas como la lubina, la dorada, el rodaballo, o la trucha y el esturión, del que se obtiene el caviar, preservando así el legado culinario de nuestro país. Además, al consumir estos alimentos de cercanía, estamos apoyando el desarrollo económico sobre todo de las zonas rurales y litorales de España, contribuyendo así a mitigar el proceso de despoblación que sufren estas regiones.
La acuicultura es necesaria para poder abastecer a una población en constante crecimiento, ya que proporciona más del 50% del pescado consumido a nivel global, un dato que la mayoría de los consumidores aún desconoce. El sector acuícola garantiza el abastecimiento de este superalimento tan beneficioso para nuestra salud. Sin la acuicultura, simplemente no podríamos consumir las 3-4 raciones de pescado semanales que recomienda la OMS para mantener una dieta sana y equilibrada. Gracias a la acuicultura, es posible satisfacer la demanda de pescado, asegurando que las generaciones presentes y futuras, puedan disfrutar de este alimento tan esencial.
Al optar por pescado de acuicultura para nuestra mesa de Navidad, una opción que complementa la pesca convencional, contribuimos a reducir la presión sobre las poblaciones silvestres, garantizando la conservación de los recursos naturales, especialmente en estas fechas en las que millones de personas queremos comer pescado al mismo tiempo. Por lo tanto, la acuicultura española juega un papel fundamental al ofrecer pescado fresco y de calidad de forma asequible, cumpliendo así con una función social y cultural, además del importante rol que tiene en nuestro sistema alimentario, permitiendo que todos podamos seguir celebrando nuestras fiestas tal y como las recordamos, de forma que la Navidad pueda seguir siendo la Navidad de siempre.
Si me preguntan un deseo para 2025, lo tengo claro: más acuicultura, más pescado para todos.