La campaña de recolección de arroz en la provincia de Sevilla (principal productora de España) se ha cerrado con 200.000 toneladas recolectadas, menos de lo esperado aunque supone una relativa vuelta a la normalidad tras varias cosechas marcadas por la sequía. Ha habido agua para sembrar 22.650 hectáreas, el 68% de la superficie de cultivo, tras dos años (2021 y 2022) al 50%, y con el año pasado en el que "prácticamente no se sembró" por la sequía, explica Eduardo Vera, director gerente de la Federación de Arroceros de Sevilla. Con estas cifras la mayoría de los productores "ha cubierto costes y poco más", según manifestaba el presidente de la asociación, Mauricio Soler.
"No es la producción que esperábamos en cantidad, aunque es de mucha calidad. Ha sido un año bueno en cuanto a ausencia de plagas, calor o lluvia excesiva, pero la siembra se retrasó, y las precipitaciones de octubre y noviembre cogieron justo el momento de la cosecha, retrasándola y tumbando mucho grano en determinadas zonas", indica Vera.
Los arroceros ponen el acento en que en muchas localidades que viven de este cultivo "se ha visto otra vez alegría" tras tres años de actividad muy reducida, con casi 5.000 empleos generados aunque las peonadas hayan sido menos de 320.000, cifra que se alcanza con la siembra del 100% de la superficie.
Además de por el aumento de la superficie, la campaña se ha caracterizado por la siembra tardía, por el aumento de las variedades de grano largo (79%), frente al grano redondo (21%) y por las lluvias durante el periodo de recolección. Se han sembrado unas 22.650 hectáreas de arroz en Sevilla y 600 en Cádiz, y 20 variedades diferentes, según datos de la Red de Alerta e Información Fitosanitaria de Andalucía. En condiciones normales Sevilla produce el 40% del arroz de España y el 10% de Europa.
Todo retrasado
La recolección arrancó a principios de octubre en la provincia de Sevilla, y a finales en Cádiz, más tarde de lo habitual. Esto se debe principalmente a que la siembra ha sido este año más tardía. Además, desde el comienzo de la recolección hasta su finalización, esta operación se ha visto interrumpida de forma intermitente por los episodios de lluvias, que comenzaron hacia el 10-11 de octubre. Las lluvias han dificultado el acceso de las cosechadoras y camiones que intervienen en esta operación, además de aumentar la humedad del grano, por encima del óptimo para su cosecha. Otra consecuencia añadida ha sido el encamado del cultivo, que ha sido elevado este año, y esto ha retrasado también la siega, al avanzar las cosechadoras de forma más lenta. Las últimas parcelas se acabaron de recoger hace una semana.
En Sevilla, indica la Red de Alerta Andaluza, es clara la diferencia entre la margen izquierda y la derecha. En la margen izquierda se han obtenido buenas producciones por lo general. En la margen derecha las producciones han bajado claramente respecto a las cifras habituales. Los principales factores han sido entre otros, la elevada salinidad y la siembra tardía, que no se ha llevado a cabo en la fecha óptima.
Fangeo
Tras la siega, se realiza la labor de fangueo, mediante la cual se incorporan los restos de cosecha al terreno. Esta operación suele realizarse entre una semana y un mes después de la recolección.
Por último, terminado el ciclo productivo del cultivo y tras el fangueo, la ayuda agroambiental al cultivo del arroz obliga a inundar en mosaico hasta el 15 de diciembre al menos 1/3 de la superficie comprometida. Esta práctica se establece en base a los sistemas agrarios de especial interés para las poblaciones de aves de los arrozales andaluces. Además, la inundación colabora como medida de control contra malas hierbas en el cultivo, disminuyendo su cantidad y reduciendo el laboreo con este fin para la próxima siembra.