
La marca de dulces italiana Balconi, propiedad desde 2015 del grupo Valeo Foods, pondrá el foco en su desarrollo en el mercado del retail moderno español en próximos años a través de un crecimiento orgánico sin descartar adquisiciones. El grupo, con presencia en 80 países, se encuentra inmerso en un proceso de crecimiento mediante compras desde su adquisición en 2021 por parte de Bain Capital. El fondo desembolsó 1.500 millones de euros por un grupo que, además de Balconi, gestiona marcas líderes en el mercado británico como la miel Rowse o las patatas Kettle.
Tal y como reconoce Toni Quintana, responsable de Balconi en España y Portugal, "en los últimos nueve meses, Valeo Foods ha adquirido dos empresas en Italia, una en Europa del Este y otra en Canadá. La prioridad de nuestro accionista es el Sur de Europa, con España como uno de los mercados clave y en el que no excluimos la posibilidad de plantear una posición operativa. Estamos en un posicionamiento abierto de búsqueda de oportunidades". Y es que, como apunta el directivo, "actualmente estamos creciendo al ritmo de una adquisición cada dos o tres meses".
Sin embargo, Quintana matiza que su interés se dirige a su foco de negocio, "el de los pastelitos y las galletas, siempre que aporten un plus. No vamos a crecer con básicos, sino con productos más elaborados que puedan declinarse en snacks individuales, con una composición más compleja, como la mezcla de cremas y de texturas. No nos quedaremos en referencias para niños y juniors, sino que buscaremos ese consumo que se está estirando hasta los 40 y los 50".
Competir con los grandes
El objetivo de Bain Capital es convertir a Valeo Foods en "un grupo de referencia en el segmento del snack dulce, el de los pastelitos industriales, para competir con grandes como Mondelez, Bimbo o Ferrero", explica el responsable de Balconi.
Sus planes para el mercado español, en el que está presente desde hace más de 15 años, pasan por convertir a Balconi en su marca de referencia en un país donde actualmente vende una media diaria de 250.000 unidades de sus snacks dulces en una red de 80.000 comercios de proximidad y en cadenas Alcampo, Eroski, Consum, Ahorramas o Condis, entre otras, gracias a su acuerdo de distribución con Dulmadrid, la división comercial de Vicky Foods. "Nuestra marca aporta una base de credibilidad y de transversalidad que nos permitirá entrar en varias categorías gracias a un producto de origen artesanal que tienen una base industrial en la actualidad, pero sin conservantes y colorantes artificiales", aclara Quintana.
Tras facturar unos 300 millones de euros el año pasado a nivel global, las previsiones de la compañía para 2024 pasan por un aumento de esta cifra de en torno a un 25%, según Quintana. "El objetivo del plan estratégico de la marca para España y Portugal es facturar en 2026 el doble de lo conseguido en 2023, con un crecimiento de aproximadamente un 25% por año".
Para conseguirlo, el grupo aspira a ganar notoriedad en el sector con el lanzamiento de gamas que dinamicen una categoría que, según Quintana, "en países como España está muy polarizada entre un volumen muy importante de marca de distribución industrial y enseñas de fabricante con precios elevados para unos productos no necesariamente muy cualitativos".
Aunque, de momento, la inversión en publicidad a gran escala no está en el horizonte inmediato, la firma sí centrará sus esfuerzos en posicionarse en campañas con productos como el panettone para impulsar su consumo desestacionalizado en formatos más pequeños.