
La innovación y la sostenibilidad son dos prioridades para las marcas textiles de lujo como Burberry, la mítica enseña inglesa asociada a las gabardinas impermeables diseñadas y desarrolladas por su fundador que hoy fabrica todo tipo de prendas y complementos.
Una estrategia en que la compañía británica ha encontrado un aliado español, Mediterranean Agro Technologiesl (Magtech), con el que trabaja en el desarrollo del cultivo hidropónico, la técnica que permite cultivar las plantas en disoluciones de nutrientes sin necesidad de suelo, para el algodón que utiliza como materia prima.
La propia Burberry ha comunicado recientemente que "junto con nuestro proveedor y la empresa emergente agrícola Mediterranean Agro Technologies (Magtech), estamos desarrollando un tejido compuesto de algodón hidropónico y orgánico". La empresa británica incluye esta alianza con la firma española entre los proyectos de innovación en los que está trabajando, como el desarrollo de fibra de laboratorio para sus productos.
En el caso del proyecto con la firma española, explica que el algodón hidropónico cultivado en invernaderos "depende únicamente de agua y nutrientes, utilizando solo fibra de coco como sustituto de la tierra tradicional". Con este proyecto innovador de colaboración, el grupo textil busca comprender y desarrollar cómo cultivar y obtener el mismo algodón de alta calidad mediante un proceso que reduce los consumos de agua y minimiza el uso de la tierra.
Cultivo sin suelo
Mediterranean Agro Technologies (Magtech) es una startup española fundada por David René, que tras trabajar varios años en la industria textil en países como Túnez apostó por desarrollar la tecnología hidropónica para el algodón, una de las principales materias primas del sector. Su proyecto fue uno de los elegidos en 2021 por Lanzadera, la aceleradora de empresas emergentes promovida por el presidente de Mercadona, Juan Roig.
Durante estos años la firma se ha centrado fundamentalmente en el desarrollo y la experimentación de las variedades de algodón más adecuadas y productivas, que permitan también una mayor calidad y aprovechamiento. Actualmente cuenta con plantaciones de 2.000 metros cuadrados de laboratorio en las instalaciones del CSIC de Santomera (Murcia) y otros 10.000 metros cuadrados en Bolbaite, en el interior de Valencia.
Pese a encontrarse en esa fase previa a la escalabilidad, la startup prevé facturar 300.000 euros el año pasado y espera alcanzar los 500.000 euros en 2025. A diferencia de lo habitual en las empresas emergentes, Magtech no ha optado por rondas de inversión para financiarse, si no por acuerdos con grupos internacionales textil de los segmentos del lujo y premium.
Según la firma estos son hasta ahora los que aportan fondos a su innovación con el objetivo de asegurarse alternativas de suministro y que, de hecho, ya adquieren el algodón producido aún a pequeña escala. Además, entre las grandes firmas del sector de mayor volumen o commodity también ha empezado a recibir las primeras muestras de interés.
De Murcia y Valencia a Canarias
Además de ampliar sus cultivos hidropónicos para hacer escalable la producción, Magtech también estudia nuevas zonas de expansión con condiciones óptimas para aumentar su productividad y eficiencia. Una investigación que le ha llevado a Canarias, donde considera que su clima tropical puede multiplicar la productividad, como ya ocurre con otros cultivos hidropónicos como el tomate, que es casi tres veces superior a la que se obtiene en la península
Además, la firma el estudio junto a la universidad en Canarias es reducir drásticamente el consumo de agua e incluso llegar a eliminar por completo el uso de agua potable, sustituyéndola por aguas regeneradas y de mar precisamente de cara a la escalabilidad que busca para cultivar miles de hectáreas.
La ausencia de suelo y los nutrientes no es el único campo en que está innovando Magtech, que también trabaja en la robotización y digitalización de sus invernaderos ante uno de los grandes problemas del campo: la falta de mano de obra.