Valladolid
Su acceso al agua, la mejora de la infraestructura de riego y el menor precio de la tierra han puesto a esta Comunidad en el punto de mira de los inversores, hasta ahora centrados en Andalucía y Extremadura. Hay en marcha una decena de operaciones en almendro, olivar o pistacho.
El mapa de los grandes proyectos de inversiones agrícolas se agranda con la entrada en escena de Aragón. Si hasta ahora el apetito por el sector se centraba en Comunidades del sur de España, ahora los fondos de inversión y los 'family office' han puesto su mirada en el noreste de la Península Ibérica.
"Es una región más donde diversificar. Estaba claro que Extremadura y Andalucía han sido hasta ahora la 'niñas bonitas', con las mejores tierras, más horas de luz y acceso al agua pero ahora las restricciones hídricas han hecho que se ponga el foco en otras regiones y Aragón tiene agua abundante, barata, buenas canalizaciones de riego que además se están mejorando", asegura a elEconomista.es Patricio Villalba, Product Manager de Agromillora.
A todo esto se añaden además otras dos características claves, como un menor valor de la tierra y la posibilidad de encontrar grandes fincas. Aragón es, junto a Castilla y León, una de las Comunidades con las superficies medias más grandes. El precio de las fincas agrícolas en Aragón se sitúa claramente por debajo de otras comunidades. Según la Encuesta de Precios de la Tierra que elabora el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, la hectárea de herbáceos de regadío se situaba en 2022 en esta Comunidad en 14.049 euros, frente a los 16.623 euros de Extremadura o los 31.870 euros de Andalucía.
Aragón es la cuarta Comunidad en superficie de cultivos de regadío, con 414.864 hectáreas, solo por detrás de Andalucía (1.101.936 hectáreas), Castilla La Mancha (585.377) y Castilla y León (451.989).
A la abundancia de agua, y de muy buena calidad, procedente de los Pirineos a través del Canal de Cinca se une el proceso de modernización de sus infraestructuras de riego. Un dato: Huesca ha sido la provincia española que más dinero ha recibido (517,8 millones) del Ministerio para la mejora del regadío en las últimas décadas.
El foco de los inversores, bien a través de la compra o principalmente del arrendamiento de fincas, está puesto en plantaciones de alto valor, como el almendro, el olivar, el pistacho o los frutales, cultivo éste en el que ya hay grandes operadores. Se trata de proyectos para grandes fincas, todo muy tecnificado, con control de riego, monitorización de humedad, estudios climáticos y de suelo…
"La entrada de fondos de inversión y grandes actores en el sector están ayudando a acelerar la transición tecnológica que necesita el sector agrario y que requiere una gran inversión. El mercado y el consumidor está pidiendo una trazabilidad, homogeneidad de fruto, volumen para negociar con las cadenas de distribución, que no siempre es fácil de aportar desde el sector productivo. Nos guste o no, la gran distribución y la marca blanca comercializan ya el 67% de los alimentos, y, como consumidores, estamos forzando al sector productivo a trabajar bajo sus condiciones…", comenta Patricio Villalba de Agromillora. Un modelo de grandes explotaciones que ofrece además claras posibilidades para la economía circular y valorizar residuos o fijar carbono, uno de los frentes éste último que la Unión Europea para impulsar la sostenibilidad de la agricultura y, a la vez, generar rentabilidad en el campo.
Otro de los máximos conocedores del despegue de los denominados cultivos de alto valor consultado por elEconomista.es asegura que "el problema que tiene Aragón es que no tiene medios. Andalucía, Extremadura, Portugal e incluso Castilla La Mancha tienen ya empresas de servicios y personal pero Aragón no. Eso es un hándicap. Tienen agua en algunas zonas y el precio de la tierra es más barato. La Comunidad ahora mismo podría despegar con la inversión externa. El que impulsen la llegada de la inversión es lo mejor que pueden hacer las administraciones".
Juan Prados, CEO del portal inmobiliario Fincalista, asegura que "Aragón está despertando y tiene potencial interés. Extremadura se está quedando un poco pequeña, en Andalucía la gente se empieza a dar cuenta de que la prima de precio no justifica el riesgo de agua y Aragón no tiene esos problemas". En materia de precios de la tierra, afirma que "va a haber un descuento por la climatología ya que hay zonas en las que el olivar va a sufrir mucho por el frío y en el pistacho en zonas altas va a ser un factor limitante aunque es éste el cultivo en el que hay ahora más interés en Aragón".
Las organizaciones agrarias ya se han puesto en alerta ante la llegada de grandes operadores, según UAGA-COAG "empresas que buscan captar recursos, como la tierra y el agua, para explotarlos y obtener el máximo beneficio per que, en el momento que ese proyecto deje de ser rentable, se irán a otro lugar".
La última operación conocida ha sido la protagonizada en marzo del pasado año por el fondo Iberian Smart Financial Agro (Isfa) con el alquiler de 400 hectáreas en la localidad de El Tormillo, en el municipio de Peralta de Alcofea (Huesca), para cultivar casi un millón de almendros en alta densidad y en seto. La iniciativa forma parte de la estrategia de esta compañía dedicada al desarrollo y gestión de proyectos agrarios eficientes y sostenibles para plantar 10.000 hectáreas de explotaciones agrícolas de almendros intensivos bajo el sistema de cultivo SES (sistema eficiente y sostenible) en España y Portugal. Entre 2000 y 2023 han plantado 5.000 hectáreas y tienen otras 1.350 en desarrollo.
Aunque la saturación de los mercados agrícolas de Andalucía y Extremadura ha desviado el foco en Aragón, en esta Comunidad Autónoma la presencia de grandes inversores no es nueva. El family office Lizard de la familia Entrecanales, principal accionista de Acciona, desembarcó hace años en Aragón para plantar almendros a través de Almond Plus y gestiona ya alrededor de 3.000 hectáreas. También el fondo británico Cibus, que vendió recientemente Innoliva al fondo canadiense Fiera, está presente en el campo aragonés a través de Prunus Nuts.
Ocean Almond, empresa del grupo turístico OD Group, presidido por Marc Rahola Matutes, sobrino de Abel Matutes, entró en el negocio de la almendra en Aragón en 2013. El 'holding' del empresario ibicenco explota más de mil hectáreas de cultivo en tierras de Aragón y Cataluña. Sus planes son disponer de 4.000 hectáreas y empezar a producir desde California, en Estados Unidos.Junto a la almendra, Aragón es también una importante productora de frutas de hueso. Frutaria, de la familia aragonesa Luego, dispone en esta Comunidad de más de una decena de grandes fincas.