
Pronovias no logra salir de la crisis en la que está inmersa desde la pandemia. La firma de moda nupcial, que acusó el desplome de las bodas por el coronavirus, ya vio como los acreedores se quedaban con el 100% del capital y ahora, ya con los nuevos accionistas, se ha visto obligada a presentar un expediente de regulación de empleo (ERE) para 85 personas.
La organización ha comunicado este martes el ajuste a la plantilla del centro de El Prat de Llobregat (Barcelona), que asumirá la totalidad de los despidos. El recorte afectará al 25% de los empleados que la sociedad tiene en la instalación catalana, que serán los damnificados de la búsqueda de rentabilidad emprendida por los nuevos accionistas.
Según justificó la organización, la industria nupcial no se ha recuperado tras el coronavirus y en 2023 los ingresos descendieron otro 8,9%: pasaron de 149 millones -un dato que todavía era inferior al de 2019- a 135 millones. Además, el Ebitda quedó en apenas 2,4 millones y el resultado final fue de unas pérdidas de 98,1 millones por el impacto de la reestructuración acometida.
La firma sí logró reducir su deuda, que pasó de 277 millones a 131 millones con la capitalización del pasivo.
No obstante, Pronovias asume que 2024 será todavía un año de transición. En marcha tiene un nuevo plan estratégico para el periodo 2025-2027 con el foco puesto en Estados Unidos, una nueva gama de productos y un viraje en la estrategia de distribución.