Retail - Consumo

La ley de envases encalla con la compra a granel, que es residual

La venta a granel sigue siendo residual en la sección de alimentación seca en los supermercados.

En diciembre de 2022 el Gobierno aprobaba el Real Decreto de envases y residuos en el que, entre otras medidas, reclamaba a los comercios minoristas de alimentación tomar las medidas para fomentar la venta a granel de alimentos, "especialmente en aquellos casos en los que el envase no aporta ningún valor añadido al producto". Más de un año después, al igual que la entrada en vigor de un punto de la normativa que sigue pendiente de aclarar a qué productos afectará finalmente, la venta a granel está encallada en el súper donde su consumo histórico es más elevado, pero no arranca en secciones como la de alimentos secos o higiene.

De hecho, la penetración de la compra a granel es muy alta en alimentos perecederos en los que la marca es irrelevante para el público, según los datos del informe elaborado por Neture Impact, la consultora de impacto positivo de The Cocktail. Los datos del estudio indican que el 95% de los españoles compra a granel alimentos de esta categoría, con un mayor peso en el caso de la sección de frutas y verduras, donde un 76% de los consultados lo hace bajo este formato y otro 14% lo combina con los productos envasados.

El mostrador del pan presenta la misma proporción de consumo a granel (76%), aunque en el caso de la compra mixta se reduce a un 7%. Por su parte, el tercer mostrador con arraigo del granel, el de la pescadería, presenta una penetración en este formato del 67%, un 10% de venta mixta, y un 23% de venta envasada, reflejo del esfuerzo realizado por las cadenas de distribución por facilitar la venta y ganar cuota de mercado en la venta de este producto fresco.

No perecederos secos

En el caso de los alimentos no perecederos secos, el estudio destaca que la compra a granel es todavía residual a pesar de que muestra una mayor propensión al consumo bajo este formato, al que ya han recurren un 54% de los españoles en alguna de sus visitas al supermercado. En este sentido, la mayoría de los productos de este amplio abanico de alimentos no perecederos se compran ya envasados, aunque en algunas categorías la proporción de personas que elige el producto a granel empieza a ser considerable. En cualquier caso, los autores del estudio, reconocen que estos datos se ven influidos por la disponibilidad de los productos en los establecimientos.

Las familias de productos no perecederos con mayor penetración del granel son las gominolas (27%), las legumbres (23%) y los frutos secos (19%). En un segundo nivel, el estudio sitúa a las semillas (17%) y los granos y las sémolas (15%). Y, por último, encontramos el café, té e infusiones, las especias, las harinas y la pasta, todas con un 12% de venta a granel, y los productos endulzantes (10%).

La tercera gran categoría analizada en el informe, la de productos de supermercado no alimentarios es, lógicamente, la que menos penetración muestra en la compra a granel, con apenas un peso del 14% en el consumo de artículos de belleza e higiene personal, limpieza del hogar o jardinería.

El informe muestra que el uso de envases propios por parte de los clientes que compran a granel, permitido desde el 1 de enero del año pasado, es residual. De hecho, el 94% de los clientes de las grandes superficies admite comprar productos a granel usando el envase que les ofrece el propio supermercado, aunque apenas un 31% de estos recipientes está elaborado con material biodegradable. De esta manera, según el estudio, desde el sector de la distribución alimentaria no se estarían cumpliendo los requisitos que establecía la normativa de envases sobre la oferta de productos presentados sin embalaje primario, incluida la venta a granel o mediante envases reutilizables.

Estos datos contrastan con la voluntad mostrada por los consumidores consultados para un estudio que refleja que más del 40% de ellos estaría dispuesto a pagar más por productos que respeten el medio ambiente. Es decir, el informe deja de manifiesto una amplia brecha entre las buenas intenciones y las acciones por parte de unos clientes que en su mayor parte (66%) se considera concienciada en materia de sostenibilidad y dispuesta a cambiar sus hábitos (65%), a pesar de que apenas un 49% considera que sus costumbres a la hora de comprar son sostenibles.

Sin embargo, a la hora de señalar causas para su falta de sostenibilidad al hacer sus compras, los consumidores españoles apuntan con el dedo principalmente a unas marcas fabricantes que, para el 63% de los consultados, abusan del uso de plásticos en sus envases, aunque también ponen el foco en los supermercados, ya que un 42% de los españoles aseguran que evitan determinadas cadenas que emplean este material para la venta de frutas y verduras.

Lastres del granel

Sobre la venta a granel, además, pesan varias percepciones negativas que lastran aún su consumo y que suponen un reto para fabricantes y distribuidores, según el informe de Neture Impact, como la falta de información sobre el producto, unos menores niveles de higiene en su exposición sin envase, dudas sobre la conservación de los alimentos en los establecimientos y su mantenimiento tras la compra. Estas cuatro son las principales barreras mencionadas por los consumidores, aunque en el informe también se mencionan aspectos como la dificultad de escoger el producto y calcular de manera anticipada el precio que se va a pagar por él, la falta de información sobre la marca, el cambio de hábitos de compra y el apego a las enseñas favoritas, o una supuesta mala apariencia o menor frescura.

La cultura de consumo de los españoles, de hecho, muestra una falta de alineamiento con el espíritu de la normativa, con el uso de los envases propios como uno de sus principales puntos débiles frente a la comodidad que ofrecen los del propio supermercado. Así, los principales escollos mencionados por el público español para emplear sus propios envases al hacer la compra serían el olvido de los recipientes, el hecho de tener que acarrearlos, el comprar los envases adecuados y, en menor medida, aunque entre los más mencionados, que los establecimientos no permiten usarlos. Con un menor porcentaje de menciones, otras causas para evitar el uso de envases propios, los españoles sitúan el tener que cambiar los hábitos de compra, la conservación de los recipientes, el miedo a transportar el producto o incluso el hecho de tener que lavarlos después de usarlos.

Palancas de crecimiento

Todos estos inconvenientes para la implantación entre la población de un consumo a granel más respetuoso con el medio ambiente, sin embargo, tienen posibilidad de enmienda según los propios consultados, con la implantación de incentivos económicos mediante promociones, descuentos o rebaja de impuestos, como la principal palanca de crecimiento que aparece mencionada en el 50% de los casos.

A la motivación económica se sumarían como factores clave para el incentivo del granel la disponibilidad de información sobre los productos comercializados (42%), una mejor protección de los alimentos durante su exposición en los establecimientos (40%), así como el hecho que sea solo el personal del comercio el que pueda tocarlos (38%).

El resto de puntos de mejora mencionados por los encuestados también se ponen en el debe del sector de la distribución: tener acceso visual a la información del producto; la disponibilidad de una mayor variedad de artículos a granel; contar con la recomendación y selección del personal de las tiendas; poder acceder a muestras de los alimentos; así como mejorar en general la experiencia de compra en el establecimiento.

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