
El empaquetado genérico que quiere aplicar el Gobierno al tabaco vulnera los derechos de marca y la libre competencia empresarial, según un estudio del centro de estudios de Andema.
La Asociación para la Defensa de la Marca considera que la medida implicaría de facto la eliminación de la marca, algo que vulnera los derechos de propiedad industrial y la libre competencia y libertad de empresa protegidos por la legislación española, generando inseguridad jurídica y un "peligroso antecedente" para otros sectores.
El empaquetado genérico consiste en eliminar todos los signos gráficos/visuales del envase y sustituirlos por un color neutro y el nombre de la marca en tipografía estándar de tipo reducido, por lo que se impide a las enseñas desempeñar sus dos funciones básicas, como son la identificación del producto y su diferenciación de la competencia.
El director general de Andema, Gerard Guiu, señalaba en la presentación del informe que la asociación está en contra de medidas que supongan la expropiación encubierta de las marcas y que, entre otras consecuencias, favorezcan la falsificación y el comercio ilícito, al tiempo que reclama que se consideren alternativas menos restrictivas que garanticen un equilibrio entre los distintos intereses y derechos afectados.
Por su parte, el director general del Instituto de Estudios Económicos (IEE) y director del Departamento de Economía de CEOE, Gregorio Izquierdo, advertía que la implementación del empaquetado genérico tiene consecuencias "muy negativas" en una economía de mercado, ya que "desincentiva la innovación, motor del crecimiento económico y competitividad de las empresas". Izquierdo recordaba además que este tipo de medidas generan "incertidumbre" entre los inversores internacionales, pudiendo traducirse en una menor inversión y un riesgo adicional para otros sectores.
Propiedad industrial
Según el catedrático emérito de Esade-URL y director científico del Centro de Estudios de Andema, Jordi Montaña, la medida vulnera los derechos relacionados con la propiedad industrial reconocidos por la legislación española en la Ley 7/2001 de Marcas, pudiendo acarrear su caducidad por incumplir los requisitos mínimos de utilización, y en la Ley 3/1991, de Competencia Desleal, al favorecer la confusión entre empresas competidoras.
De esta forma, el informe constata que la restricción de la marca penaliza el esfuerzo realizado por las empresas en su construcción y en los valores empresariales que están detrás de la misma. Además, señalaba que se provoca un efecto contrario al perseguido, ya que al difuminarse en la mente del consumidor la información y reputación asociada con la enseña, el producto se convierte en un básico y advierte de que la homogenización de las marcas facilita la falsificación, un problema que destruye más de 53.500 empleos al año en España y un daño a la economía de más de 6.700 millones de euros.
Andema ha recordado que la experiencia en los tres países pioneros en aplicar el empaquetado genérico en el sector del tabaco confirma un incremento del comercio ilegal -Australia, Francia y Reino Unido tienen tasas de consumo ilícito de entre el 20% y el 30%-, sin que haya podido demostrarse su eficacia en su objetivo de reducción de la prevalencia. Por eso, considera que el empaquetado genérico es una "medida desproporcionada", ya que "resulta ineficaz" en sus objetivos y conlleva graves consecuencias económicas.