
Las políticas contra el consumo de plástico, dominante en el agua embotellada, así como los efectos de la sequía, que repercuten en cambios en el sabor del agua que llega a los hogares, están impulsando el negocio de Brita Iberia, que agrupa los negocios doméstico y profesional de la compañía especialista en agua filtrada en España y Portugal, que además llega a oficinas, centros educativos y centros sanitarios a través de dispensadores que gestiona un distribuidor. "Somos mucho más que jarras", defiende la directora general de Brita Iberia, Clare López-Wright.
¿Qué llevó a Brita a llevar su negocio a España?
Después de los orígenes en Alemania en 1966, la familia fundadora fue extendiendo el negocio por los países vecinos, y se dio cuenta de que la demanda de agua filtrada abarcaba toda Europa. Así, primero conformó una red de distribuidores y después fue abriendo filiales. La de España abrió en 2002, y Portugal en 2009. La Península Ibérica tenía sentido porque hay muchas zonas en las que el agua corriente tiene mucha cal y mucho cloro, componentes que el filtro Brita puede optimizar.
Y ahora están en todas partes...
Llegamos a cualquier lugar donde se use agua, desde los hogares a la hostelería y negocios alimentarios como panaderías, pizzerías y fábricas de hielo, además de a los supermercados. Nuestros productos se suelen vender en el área de menaje del hogar, pero nos queremos situar junto al agua embotellada.
¿Por qué?
Estamos hablando con las empresas de distribución para explicar que no solo somos una alternativa al agua embotellada, sino que también podemos complementar. El mismo consumidor puede preferir agua mineral para unos usos y agua filtrada para otros, como para hacer café o infusiones, porque la composición del agua influye en su sabor. Nuestro objetivo es poder mostrar al consumidor que tiene alternativas, y estar en el momento de la toma de decisión de compra.
¿Ya están en algún supermercado junto al agua embotellada?
Sí. En febrero hemos iniciado una prueba piloto en un hipermercado de San Sebastián de los Reyes (Madrid). El propio sector retail está buscando soluciones más sostenibles. En Andorra también tenemos una máquina expendedora que ofrece agua filtrada.
¿Cuáles son sus divisiones de negocio?
Tenemos dos, la de consumo, que abarca los filtros y soluciones para el hogar, y la parte profesional, que son sistemas de filtrado de agua para maquinaria como cafeteras, hornos, lavavajillas y máquinas expendedoras. Empezamos en la parte de consumo pero, poco a poco, la parte profesional ha ido cogiendo más relevancia, porque la hostelería también está buscando soluciones más sostenibles y que alarguen la vida útil de su maquinaria.
En los últimos años han dado un salto en diversificación de producto...
Sí, hemos creado sistemas para filtrar el agua que sale directamente del grifo, en vez de tener que filtrarla en una jarra o depósito, y también hemos creado filtros que a la vez reducen el caudal de agua para favorecer ahorros de consumo.
¿La pandemia fue un punto de inflexión?
Totalmente, porque la gente estaba confinada en casa, y también costaba cargar con agua embotellada, a lo que se ha unido la conciencia ambiental y nuestros lanzamientos de producto. Llevamos años creciendo a doble dígito en ventas, en línea con el mercado del agua filtrada. Y la división de máquinas dispensadoras, que lleva un distribuidor, ha crecido un 50% el último año.
¿Cuáles fueron las cifras de negocio de Brita Iberia en 2023?
Facturamos casi 20 millones de euros, un 38% más respecto a los 14,5 millones de 2019, antes de la pandemia. Respecto a 2022, el crecimiento ha sido del 9% en la división de consumo y del 12% en profesional, porque la hostelería está creciendo tras las restricciones del Covid. De todas formas, consumo supone el 80% del negocio, frente al 20% de profesional.
¿Cómo os afecta la competencia de otras marcas y sistemas de tratamiento del agua doméstica?
Somos líderes con una cuota de mercado de más del 80%, y estamos en un punto en el que la competencia no resta, sino que está haciendo el mercado más grande.
Las fábricas de Brita están en Alemania, Reino Unido, Italia y China. ¿La filial ibérica es solo comercial o también tiene un papel global para el grupo?
No hacemos producción, pero no solo vendemos productos, sino que ofrecemos soluciones en respuesta a las peticiones que nos hacen llegar los clientes. La idea de desarrollar filtros que se pudiesen conectar al grifo surgió aquí en España, porque los diferentes países tienen también preferencias distintas. Por ejemplo, en Alemania los filtros para grifos tienen una opción para que el agua salga con gas, algo que no forma parte de la demanda habitual en España.
De todas formas, vuestro papel es limitado, porque ¿A qué destinamos el agua en los hogares?
Alrededor de un 65% se consume en el baño: la mitad en la ducha y en el lavabo y la otra mitad en el depósito del inodoro. Del resto de agua, un 20% se utiliza para cocinar y limpiar la vajilla, un 10% se va a la lavadora y el 5% para la limpieza del hogar. El agua de beber y cocinar solo consume el 2% del agua que nos llega, pero cada gesto cuenta.