"Los beneficios no se reparten sino que se reinvierten. Ya habrá tiempo de ganar más. Ahora tenemos que hacer la empresa más eficiente", asegura Francisco Díaz Cadenas, presidente del grupo de alimentación que lleva los apellidos familiares. Con esa filosofía -y entre los ocho hermanos que forman la segunda generación de un negocio que nació como una pequeña tienda de alimentación en Lantejuela (Sevilla)- han triplicado ventas en cinco años hasta cerrar 2023 con 62 millones en 16 tiendas. Para este ejercicio esperan alcanzar los 75 millones este año y se marcan ya como objetivo a medio plazo superar la barrera de los 100 millones.
En esa política de crecimiento contemplan para este año dos aperturas: una segunda tienda en la localidad sevillana de Coria del Río y otra en Puente Genil, Córdoba. Se suman a los establecimientos de Andújar, Brenes, Bollullos Par del Condado, Cádiz, Estepa, Doña Aurora en Gilena. Lantejuela, La Carolina, Sanlúcar, Osuna, Utrera y Sevilla (Hytasa y Montes Sierra).
Apuestas
Este mes se pone en marcha en Mercasevilla su Centro Logístico, exclusivamente dedicado a la gestión de frescos. Este nuevo proyecto supone una fuerte apuesta por carnicerías, charcuterías y fruterías, "asistidas por auténticos profesionales altamente cualificados para asesorar, garantizan la frescura y calidad de sus productos", explican en la empresa.
Y también se espera que haya un fuerte crecimiento en el portal de venta online 'Cestaclick', en el que se ha invertido desde 2020 y que ya está en una situación de equilibrio, aportando al grupo alrededor de un 2% de ventas, y que centran también en el producto fresco: servicio a domicilio a cualquier punto de la península en menos de 24 horas con productos como merluza de pincho y merluza de volanta, pescado fresco de la Lonja de Celeiro, en Lugo.
Estructura
"Nuestros gastos estructurales son menores que los de las grandes cadenas, lo que nos permite ser competitivos en el mercado para poder ofrecer a nuestros clientes las mejores marcas a los mejores precios", explica el presidente.
Díaz Cadenas considera ya superadas las turbulencias de 2022 motivadas por la inflación, que pusieron la línea ascendente de la enseña en peligro. "Tuvimos seis o siete meses con subidas tan grandes que no las pudimos asimilar. Llegamos a estar en pérdidas en el primer semestre, y hubo que repercutir parte de la subida en los precios de venta al público, porque la situación era inasumible ya. Pero ese año lo salvamos", recuerda.
La previsión que hacen es que las subidas de precios se contengan durante este año. "El bolsillo del consumidor ya no da para más y las ventas se resienten. Vemos que los clientes se han vuelto más selectivos, se llevan sólo lo necesario. En un análisis más general, puede haber un enfriamiento del consumo y una bajada de tipos. Vemos esta situación con optimismo aunque sabemos que el contexto es complicado. Quien manda es la demanda. Aunque que suba el aceite no daña la economía. Sí lo hacen los tipos y las subidas del carburante", explica Francisco Díaz Cadenas, que añade la sequía entre los factores económicos a tener en cuenta.
Responsabilidad social
En una empresa cuyo presidente echó los dientes detrás del mostrador con su madre, y desde los 14 años repartiendo por el pueblo con una furgoneta los conceptos están claros respecto al apoyo a la pequeña empresa local y a la responsabilidad social: el grupo compra el pan en obradores locales tiene como política las compras a proveedores de cercanía.
El reconocimiento en los últimos años en varias áreas de responsabilidad social corporativa subraya el compromiso continuo de Díaz Cadenas con la comunidad. Son muchas y muy variadas las campañas solidarias que la empresa realiza a lo largo del año para apoyar a quienes más lo necesitan. Destaca su acuerdo con la Asociación "Maruja Vilches con el Polígono Sur" para la que se creó una marca propia con productos solidario y, además, la empresa realiza periódicamente una entrega mensual de alimentos para las familias más vulnerables.